Iñaki Urdangarin pide un juicio a puerta cerrada en su lucha contra los medios

El próximo martes, 16 de julio, Iñaki Urdangarin volverá a visitar un juzgado. En este caso su presencia no tiene que ver con su imputación en el ‘caso Nóos’, sino que deriva de haber solicitado medidas cautelares contra siete medios de comunicación y también contra su exsocio Diego Torres. La demanda tiene que ver con la exigencia de que la prensa no publique los correos que Urdangarin considera personales y que en su día enviaba habitualmente a su amigo Torres.

La vista se celebrará a las diez de la mañana en el juzgado de Primera Instancia Nº 46 de Barcelona y el duque ha solicitado a través de su abogado, Mario Pascual Vives, que sea a puerta cerrada, alegando que “resulta necesario para la protección de la vida privada personal y familiar del demandante”, según figura en el escrito presentado ante el juez  por el letrado, al que ha tenido acceso Vanitatis. Ante esta solicitud se han presentado alegaciones por parte de los abogados de los acusados en una providencia en la que se califica esa medida como “la ultima extravagancia del Sr. Urdangarin”.

En dicha providencia se presentan alegaciones en contra de esa medida y se asegura que “el demandante pone al juzgado en una delicada situación al solicitar una medida sin fundamento ni razón y que de acordarse procedente establecería “un antes y un después en el enjuiciamiento de los procesos civiles sobre la intimidad, creando la doctrina Urdangarin para la celebración de vistas a puerta cerrada”.

En otro de los párrafos se  plantea esta solicitud como algo extraordinario alegando que  “siendo los juicios civiles sobre derecho a la intimidad de carácter público en la generalidad de los casos y siendo el objeto de enjuiciamiento aquí debatido el contenido de una serie de concretos artículos ya publicados y por ende ya conocidos, carece de razón que se limite la publicidad de la vista so pena de hacer una excepción no en virtud de la materia sino en virtud de la persona que solicita la misma”. En este punto habría que retrotraerse a la declaración del Rey cuando dijo en su discurso navideño: “La Justicia es igual para todos”.

“De altísimo interés” público

El escrito continúa defendiendo que la vista sea pública alegando que “hasta la fecha el demandante no ha aportado los presuntos correos que dice afectarían a su intimidad y tampoco manifiesta en su solicitud que vaya a aportar los mismos, por lo que el objeto del proceso se limita a los textos difundidos por los medios de comunicación y que son plenamente conocidos por terceros sin que la excepcional celebración a puerta cerrada de la vista pudiera salvaguardar intimidades de público conocimiento. Además, la especial y cualificada proyección pública del demandante, que al tiempo de iniciar su acción formaba parte de la Familia Real Española (aunque apartado expresamente de los actos oficiales de la misma) y la propia temática objeto de tratamiento informativo (la posible separación de los Duques de Palma con causa en la conducta del Sr. Urdangarin), deberían conllevar precisamente una especial y reforzada publicidad dado el altísimo interés de la sociedad con asuntos de tal temática de más que radiante actualidad”.

El escrito que solicita que el juez no considere las pretensiones del yerno del Rey finaliza con una pregunta: “Y finalmente y por aplicación de aquello que algunos llaman sentido común, ¿qué absurdo sentido tiene acordar la celebración a puerta cerrada cuando dentro de la Sala estarán presentes siete medios de comunicación?”. El martes se sabrá si el duque de Palma consigue sus objetivos.