"¿Se debe algo?": lo que no se vio de la visita de la reina Letizia a la Feria del Libro

No se va sin pagar, quédense tranquilos. Cada año, la reina Letizia inaugura la Feria del Libro. Y cada año, se lleva un montón de obras a casa. En cada caseta, comparte impresiones con los libreros, que le aconsejan, que le sugieren qué ejemplar puede ser más acorde con sus gustos.

Cuando vemos esas imágenes de doña Letizia con sus libros recién adquiridos, de todos los estilos y épocas, muchas veces sobrevuela la pregunta de si la Reina lo paga de su bolsillo. Pues bien, Vanitatis pudo acompañarla este viernes en su recorrido por la Feria del Libro y tenemos la respuesta.

La visita comenzaba puntual, sin sorpresas. Como siempre, una hilera de autoridades que no quieren dejar pasar la oportunidad de estrechar su mano. Y dos novedades. Por un lado, su ropa, ya que apostó por un traje chaqueta en lugar del habitual vestido. Por otro, la longitud del recorrido, más corto que en otras ocasiones debido a la lesión que tiene en el pie desde principios de mes.

El itinerario es escogido desde días antes por Casa Real, con solo unas casetas de las 300 que hay en la Feria del Libro entre las afortunadas. Tienen en cuenta detalles como que cumplan un aniversario redondo, por ejemplo, o que editen algún tipo especial de literatura.

Este año ha habido dos ejemplos claros de ambas. Por ejemplo, la librería Xordica cumple 30 años, así que era una de las elegidas. Y seguro que doña Letizia no se ha arrepentido de la visita, porque se ha llevado tres joyitas que los responsables, nos confesaban, habían pensado mucho y escogido con mimo. Uno de ellos, 'Romanza sin palabras, de Sofía, la esposa de Leon Tolstoi. Otro, 'Diamantes', de Esther Singer Kreitman, una de las pocas autoras en lengua yiddish. El último, 'Años de vida', de Marta Borraz, autora novel que ya va por la tercera edición.

En la librería Grant nos contaban que han podido hablar con ella de varios libros, entre ellos 'Retrato de Casada' de Maggie O'Farrell, que la Reina conocía muy bien, apuntándose así a uno de los fenómenos literarios de los últimos años.

Otra de las casetas incluidas en el recorrido de doña Letizia ha sido la de la editorial Acantilado, un lugar que conoce muy bien. Y es que tanto la anterior librería como esta han compartido muchos más momentos con la Reina en la Feria del Libro, más allá de las inauguraciones oficiales.

Y es que, aunque la jornada inicial esté marcada por su presencia y sea algo más protocolaria, ella siempre hace un par de visitas privadas, sin convocatoria de medios (aunque sea difícil escapar a los teléfonos móviles).

No podemos dejar el recorrido literario sin mencionar la editorial Alvarellos, con autores en gallego y donde la reina Letizia se ha entretrenido un buena rato. De allí se ha llevado, por ejemplo, un facsímil de Valle-Inclán o el facsímil del poemario en gallego de Federico García Lorca, una obra que poca gente conoce y que fue la última que escribió antes de ser asesinado. De hecho, el responsable nos contaba que doña Letizia se había mostrado muy interesada por este ejemplar, que también fue a la 'bolsa de la compra'.

Y no faltó una visita a una de las centenarias de Madrid, La Felipa, situada en la calle Libreros. Allí se vivió una de las anécdotas de la mañana, ya que el gerente, sobrino de la fundadora del establecimiento, le entregó a la Reina una fotografía de cuando, hace unas décadas, fue don Felipe el que visitó esta icónica librería durante esta feria en el Parque del Retiro. Un lugar del que, por cierto, también Su Majestad se llevó algún que otro ejemplar.

Y aquí la respuesta a la pregunta de si la Reina paga todos los libros que recoge de caseta en caseta. Doña Letizia no los paga, pero no se va sin pagar. Estando en alguna de las casetas, fuimos testigos de cómo una persona de protocolo del equipo de Casa Real, se acercaba a los puestos para preguntar lo que se debía o quedaba algo por pagar. Aunque pueden imaginar la respuesta de los dueños: un no rotundo. No siempre se tiene la oportunidad de regalarle algo a la Reina, y más algo que le gusta tanto como es un libro.

Un último apunte: santa paciencia la del personal de seguridad de Zarzuela. Desde una señora alegando que había venido de Valencia solo para ver a la reina Letizia y se quejaba de que no la dejaban pasar hasta un señor que quería saltarse el cordón de seguridad solo para hacerle una foto.