Todos los detalles de la celebración del 19 cumpleaños de Irene Urdangarin

Quién le iba a decir a Irene Urdangarin que su 19 cumpleaños iba a ser tan distinto al anterior. La única hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha pasado de los grandes fastos de su mayoría de edad y graduación en Ginebra con toda su familia a celebrar un aniversario en la intimidad en Madrid. Concretamente, en Zarzuela.

La joven disfrutó de una comida en Zarzuela con algunos miembros de su familia. Con la presencia especial de su amigo íntimo Juan Urquijo, quien se unió a la reunión a última hora, y de su madre, quien está estos días en España. La Infanta aprovechó que anda de Madrid a Barcelona sin parar, que tenía un acto de La Caixa en la capital, para comer con su hija y parte de la familia. Poca, eso sí, porque las agendas aprietan.

La reina Sofía no pudo estar, por ejemplo, porque según cuentan a Vanitatis, está de viaje en Arabia. Tampoco pudo asistir el rey Felipe VI, cuya agenda lo dejó prácticamente sin comer por la cantidad de actos que tenía. Su hermano Miguel, que según 'Semana' vive en Zarzuela con su hermana y su abuela, tenía cuestiones personales, indican las mismas fuentes, que le impidieron asistir. Sí que estuvo, además de doña Cristina, la Infanta Elena y su hija Victoria de Marichalar.

Sin Pablo y Johanna

La comida se sumaba al almuerzo que tuvo lugar el pasado domingo cerca de Zarzuela donde la asistencia fue más numerosa. Además de la reina Sofía y su hermana, la princesa Irene, estuvo Pablo Urdangarin con su pareja, Johanna Zott. La comida dominical, que pese a que coincidía con la decisión de abdicar de don Juan Carlos hace 10 años nada tenía que ver con la fecha, se organizó después de que la familia asistiera a misa. Les hacía ilusión estar juntos, algo que no pueden hacer con tanta asiduidad como otras familias que residen en el mismo lugar y aprovecharon la coyuntura. Nada más.

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Desde el entorno familiar señalan a Vanitatis, siempre y con insistencia, que no se tienen que buscar cuestiones ocultas o intereses extraños, que se trata de una familia que intenta llevar una vida normal dentro de su contexto y que se relacionan entre ellos como cualquier otro. Es decir, que el domingo, sin ir más lejos, la comida nada tenía que ver con el citado aniversario de la abdicación. Y que este pasado miércoles, en la reunión de La Caixa en la que estuvo doña Cristina, estaba también el rey Felipe, algo, señalan de nuevo, de lo más lógico si tenemos en cuenta que son hermanos y que por motivos profesionales tenían que estar en ese acto en cuestión.

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Podemos decir, pues, que la normalidad reina en la Casa Real, una frase que hace un tiempo que no se podía pronunciar. Hubo riñas, enfrentamientos y relaciones truncadas que con el tiempo se han encarrilado y todo vuelve a ser parecido, que no igual, a antes. Antes, decimos, de la crisis que sufrió la Corona española por cuestiones como el Caso Nóos y la aparición de Corinna.

Irene, a Vitoria

Y dentro de esa normalidad, Irene Urdangarin celebró una comida para su 19 cumpleaños que nada tiene que ver con la fiesta de su mayoría de edad. Aunque lo que supuso esa celebración fue la constatación de que las relaciones familiares habían encontrado el camino del equilibrio. Iñaki Urdangarin, separado ya de la Infanta, viajó a Ginebra con su madre, Claire Liebaert, y compartió jornada con sus ex suegros, los exreyes.

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Este año, fuentes familiares informan a Vanitatis que será Irene quien viaje a Vitoria en algún momento para visitar a su padre y celebrar su cumpleaños con su familia Urdangarin, a la que adora y con la que se lleva fenomenal. La presencia de Ainhoa Armentia, pareja de su padre, ya no tiene afectación. Los hijos de los exduques de Palma han sido presentados a Armentia y todo sigue. De nuevo, la normalidad.

En ser¡creto

Pese a esa cotidianidad de la que habla la familia, todos son conscientes de que son personajes públicos que interesan a los medios, algo que hasta la fecha poco o casi nada había afectado a Irene, instalada en Suiza con su familia, lejos del ruido. Pero todo ha cambiado desde que vive en Madrid y especialmente desde que ‘¡Hola!’ publicó en su portada que mantenía una relación especial con Juan Urquijo, hermano de Teresa, la mujer de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. Irene Urdangarin mantiene una vida de perfil bajo en la capital con la que intenta pasar desapercibida.

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La benjamina Urdangarin sale mucho con sus amigos, pero intenta hacerlo casi de incógnito para que nadie la vea. Queda también con el citado Juan, claro, el momento en el que más tensión siente, porque no quiere que algo tan íntimo se convierta en cuestión a debatir. Por ese motivo tratará de visitar a su padre de manera que nadie se entere, porque también Iñaki Urdangarin quiere pasar desapercibido, como si fuera una persona ‘normal’.