Los looks de Rania y Rajwa de Jordania en el Jubileo de Plata de Abdalá: diamantes, rojo y blanco

Los hachemitas han salido a la calle a celebrar el Jubileo de Plata de Abdalá II. Este domingo hace 25 años que el monarca jordano ascendió al trono tras la muerte de su padre, Hussein I. A su lado estaba Rania, su mujer, y esta tarde, en la celebración del aniversario en Ammán, también lo ha estado.

La Reina ha optado por un look moderno a la par que elegante. Sobre una camisa semitransparente con mangas abullonadas, ha lucido un cuerpo tipo corsé gris que ha sido el protagonista del estilismo. Todo esto lo ha combinado con una falda fluida blanca hasta los pies.

La joya de la corona, y nunca mejor dicho, ha sido la tiara que ha lucido. La primera vez que Rania se presentó en sociedad con una de estas piezas fue justo en la coronación de su marido. Ahora la Reina está acostumbrada a sostenerlas en la cabeza, pero la de este día ha sido especial, puesto que la encargó el propio rey a la firma joyera FRED en 2005.

La corona está compuesta por 1.300 diamantes y siete piedras que cuelgan. Pero la pieza fuerte es el último de los diamantes en forma de pera y de 20 quilates. Es la misma que se puso para el retrato oficial que salió este sábado como celebración del jubileo.

También presenciaron el acto nacional el príncipe heredero, Hussein, y su mujer, Rawja. La princesa lo ha dado todo al rojo y le ha quedado un conjunto elegante. Ha combinado una capa adornada con pedrería y bordados blancos con un vestido sencillo con cuello halter también acabado con las mismas decoraciones.

El acto ha empezado con el histórico convoy rojo jordano encabezado por Abdalá. La caravana está compuesta por veinte vehículos Land Rover descapotables con tracción en las cuatro ruedas, propiedad de la Corte Real Hachemita, caballos y vehículos militares abiertos, como son los tanques. Militares y guardias de honor son los encargados de organizar la seguridad y el desfile, que está protegido por el aire con aviones de la Real Fuerza Aérea del país.

Los coches llevan instaladas banderas de la nación y fotografías a gran tamaño del monarca. Y los militares también se visten de gala: desempolvan sus mejores uniformes y kefias.

La comitiva roja es una tradición real que se lleva a cabo desde la fundación de Jordania y que desfila en ocasiones oficiales y celebraciones nacionales. Acompañado por todos ellos, el Rey ha recorrido las calles de la capital, desde el palacio real hachemita hasta el King Hussein Business Park, donde se ha oficiado el acto.

A los lados de la comitiva, se formaba la fiesta. Jóvenes y mayores, mujeres y hombres, se aglomeraban en las aceras para saludar y felicitar al Rey. Y es que mucho antes de que Abdalá diera comienzo a su paseo, los ciudadanos ya paralizaban las calles de Ammán con música en directo, cánticos, banderas y mucha alegría.

Dentro de la celebración, la Casa Real ha instalado una carpa a modo de museo. En ella los visitantes se encontraban con un gran retrato al óleo del monarca hachemita y varios utensilios e instrumentos históricos de la ciudad.

Una vez la comitiva ya había llegado al destino, es decir, al parque dedicado padre de Abdalá, la artillería ha disparado 21 proyectiles como saludo al Rey a su llegada. Tras esto, el soberano ha querido hacer un discurso en el que no ha dudado en repetir en diversas ocasiones lo orgulloso que se siente de ser jordano.

"Veinticinco años desde que asumí la confianza de servir a este país. Jordania es preciosa con su tierra y su gente. Veo en ella hombres, mujeres y jóvenes con la frente erguida, alturas elevadas y valores auténticos", ha manifestado. Además, ha encontrado un hueco para hablar de su familia de la que extrae "amor y fortaleza". Para cerrar la fiesta, por el escenario han desfilado decenas de carrozas y bailarines que han obsequiado a los presentes con un gran espectáculo.