El cambio de look radical de Máxima de Holanda: de un vestido rosa y una pulsera swiftie al uniforme militar

La agenda real es la que manda, y según cada actividad las damas de la familia real deben vestir de una manera o de otra. Así lo ha demostrado Máxima de Holanda, luciendo dos looks antagónicos para dos compromisos oficiales muy distintos. Este miércoles, la reina de los Países Bajos eligió un vestido rosa de Natan con mangas abullonadas y una gran pamela, y un día después le ha tocado ponerse el uniforme militar.

La argentina se desplazó en el día de ayer hasta la ciudad de Ermelo, situada en la provincia de Güeldre, para la inauguración del nuevo edificio escolar del Colegio Emaús. Este centro ofrece educación secundaria especial a aproximadamente 150 estudiantes de entre doce y veinte años que se benefician de una atención adicional. Máxima se engalanó para la ocasión, recuperando de su armario un vestido rosa palo que tiene desde 2018.

Se trata de un diseño de la firma belga Natan, cuyo toque distintivo se encuentra en las mangas acampanadas, que comienzan en el codo y terminan en la muñeca. El modelo presenta cuello redondo y largo por las rodillas. Como decíamos, la reina lo estrenó hace seis años, y esta es la tercera ocasión en la que lo luce. Siempre que lo ha llevado lo ha combinado con salones nude, estos con un detalle de vinilo, y una gran pamela de rafia firmada por Fabienne Delvigne.

En cuanto a las joyas, la reina llevaba unos pendientes en forma de rayos de sol, llenos de piedras de distintos colores, un anillo de diamantes con una gran pieza central de talla esmeralda, y una original pulsera que le regalaron los alumnos del Colegio Emaús, hecha con piezas de colores. Se trata de una pieza muy de moda en la actualidad, sobre todo por las fans de Taylor Swift, las conocidas como swifties, pues hacen ellas mismas estas pulseras, que luego se intercambian en los conciertos del Eras Tour.

Tras su visita al colegio, este jueves, Máxima ha cumplido con otra actividad bien distinta. La reina ha visitado el Regimiento de Ingenieros, una unidad específica de las fuerzas armadas, entrenada para despejar obstáculos y construir infraestructura militar como puentes y transbordadores. La argentina ha recibido una breve explicación del trabajo de los ingenieros. Después, ha participado en una exploración de una área que necesitaba ser despejada de obstáculos, y también ha podido ver en primera persona cómo construir un cruce con pontones sobre un río para poder cruzarlo.

La reina se ha dejado los tacones y la pamela en casa y los ha cambiado por el uniforme militar, para ir acorde con el acto. Máxima llevaba una chaqueta con estampado de camuflaje, con el escudo de los Países Bajos en la manga izquierda, camiseta y pantalones a juego, y unas botas color camel. A pesar de ser ella una gran amante de las joyas, consciente de todas las actividades que tenía que llevar a cabo, ha prescindido de casi todas, luciendo únicamente su reloj y una pulsera de hilo.

La agenda de la reina termina esta semana la que viene el rey Guillermo Alejandro y ella recibirán al emir de Catar, quien realizará una visita oficial a los Países Bajos.