De Camila a Beatriz de York: las royals británicas vuelven con sus looks y sombreros a Royal Ascot

Este viernes, el primero del verano, el glamour y la elegancia han tomado el protagonismo en el Royal Ascot. El rey Carlos III y Camila han brillado con sus impecables estilos, mientras que el príncipe Guillermo celebraba su 42 cumpleaños lejos de las cámaras. La realeza mostró sus mejores atuendos en uno de los eventos ecuestres más prestigiosos del calendario británico.

El torneo es conocido por sus estrictas normas de vestimenta, especialmente en el Royal Enclosure. Las damas deben llevar sombreros con una base mínima de diez centímetros, combinados con falda, vestido, traje pantalón o mono que se ajuste al código de vestimenta. Este año, las asistentes no defraudaron, presentando una variedad de estilos que iban desde lo clásico hasta lo contemporáneo, siempre manteniendo la elegancia y el decoro esperados en este prestigioso evento.

La reina no se ha perdido ninguno de los cuatro días del torneo que ya se han celebrado este año, y su regreso al hipódromo de Ascot en Berkshire no ha pasado desapercibido. Para esta ocasión, Camila ha optado por un look sofisticado y elegante al lucir un vestido midi en un suave tono verde menta. Este color no solo es refrescante y adecuado para la temporada, sino que también resalta su porte regio.

El vestido, de líneas simples, pero elegantes, cuenta con un escote discreto y mangas largas, aportando un equilibrio perfecto entre modernidad y clasicismo. Además, los volantes que adornan los puños y la parte central son los protagonistas del look.

Para complementar su atuendo, Camila eligió un sombrero de ala ancha en un tono a juego donde las plumas fueron el plato fuerte. Sus zapatos, en un tono neutro, y un bolso pequeño completaron el conjunto, demostrando una atención meticulosa a los detalles.

En la majestuosa procesión real, que ha empezado a las 14.00 hora local, Camila y el Rey Carlos pasearon en un carruaje tirado por caballos acompañados por Lord y Lady Bamford. En el segundo carruaje de la procesión han llegado Beatriz de York y su esposo, Edoardo Mapelli Mozzi, quienes también destacaron por sus elecciones de vestuario.

La joven de 35 años ha lucido un conjunto que fusionaba tradición y modernidad. Su elección ha sido un vestido verde con estampado floral en tonos oscuros, una opción que evocaba frescura y elegancia. El vestido estaba diseñado con un corte ceñido en el busto y manga larga.

Para complementar su atuendo, Beatriz de York ha optado por un sombrero en tono beige, con un diseño estructurado y un adorno en forma de lazo, añadiendo un toque de sofisticación y sutileza. Su pelo recogido en una coleta y su maquillaje suave destacaban sus rasgos naturales.

Aunque la royal asistió al torneo el 19 de junio, esta ha sido su primera participación en la procesión real de esta edición. A ellos se unieron Lord Frederik Windsor y su esposa, la actriz Sophie Winkleman, quien ha deslumbrado con un vibrante conjunto azul eléctrico.

Su vestido de líneas pulidas presentaba un escote en V con solapas en blanco, un contraste clásico y sofisticado. El diseño, ajustado a la cintura, realzaba su figura y le otorgaba una apariencia elegante y moderna. Complementando su atuendo, la actriz lució un sombrero de ala ancha adornado con plumas blancas y unos pendientes de perlas.

La ausencia de los príncipes de Gales

Mientras Carlos y Camila han disfrutado de la emoción y el glamour del Royal Ascot, el príncipe Guillermo ha optado por celebrar su cumpleaños de forma más íntima debido a la situación de su mujer. A pesar de su reciente aparición en Trooping the Colour el 15 de junio, Kate Middleton no ha asistido al torneo ecuestre. Su ausencia se debe a que continúa su tratamiento y recuperación en privado, marcando una pausa en su vida pública desde Navidad.

Aunque se ha perdido la jornada de este viernes, el príncipe de Gales se ha dejado ver por el hipódromo este año. El 19 de junio, tras participar en la procesión real, se reunió con sus suegros, Carole y Michael Middleton.

En un momento conmovedor, el príncipe ayudó a su suegra cuando su tacón se enganchó en la hierba, un gesto que mostró su habitual caballerosidad.