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La reaparición de Rose Hanbury y el príncipe Guillermo juntos calienta la gran boda del duque de Westminster
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La reaparición de Rose Hanbury y el príncipe Guillermo juntos calienta la gran boda del duque de Westminster

Hugh Grosvenor y su novia, Olivia Henson, pasarán por el altar el próximo viernes. El pueblo de Chester permanecerá varios días blindado, con calles cortadas y prohibición de circular en coche. Ya se conoce la lista de invitados

Foto: Rose Hanbury saluda a Kate Middleton en presencia del príncipe de Gales. (Getty)
Rose Hanbury saluda a Kate Middleton en presencia del príncipe de Gales. (Getty)

Pocas cosas reconcilian tanto con el espíritu británico como darse un paseo por las calles de Chester. Con 120.000 habitantes, la capital del condado de Cheshire recibe a sus visitantes con sus calles empedradas y sus edificios entramados de estilo Tudor. Aunque están acostumbrados al turismo, la localidad, en la frontera de Gales, vive estos días con una mezcla de ilusión y horror la próxima boda de uno de sus más ilustres vecinos, el duque de Westminster.

Hugh Grosvenor, el hombre de menos de 40 años más rico de Gran Bretaña, y su prometida, Olivia Henson, se casarán este viernes en la catedral de Chester en presencia de los grandes linajes del país. Situada en pleno centro, la boda está provocando más de un quebradero de cabeza para los ciudadanos y los comercios de la zona. A través de sus redes sociales, las autoridades de Cheshire han pedido a la población que no se acerque en coche al centro de la ciudad el próximo 7 de junio. "Siempre que sea posible, utilicen el transporte público", ruegan desde el Ayuntamiento.

placeholder La catedral de Chester. (Reuters)
La catedral de Chester. (Reuters)

Habrá varios tramos de carretera cortados desde este mismo miércoles a las ocho de la mañana. Aunque Eaton Hall, la gran finca de los Grosvenor en la zona, cuenta con la iglesia de St. Mary, en Ecclestone, dentro de su perímetro, el duque y su prometida prefirieron celebrar su boda en la catedral, un edificio de estilo gótico y románico del siglo XIV que sobrecoge nada más entrar por sus espectaculares vidrieras.

Los comentarios del diario local 'Chester Standard' son un reflejo de lo que se cuece en la calle. "La familia Grosvenor, a lo largo de los años, ha dado mucho a la ciudad de Chester y creo que es un poco grosero quejarse de que usaron la Catedral para esta boda. Es varias veces más grande que la Iglesia de Eccleston y seguramente habrá una gran cantidad de invitados, por lo que la Catedral es la opción más sensata. Son sólo unas pocas horas de interrupción, pero arrojan una maravillosa luz sobre Chester que no puede ser negativa. Espero que todo vaya bien en el gran día y que todos podamos disfrutar de un poco de historia en proceso. Gracias, Eaton Estate, por las flores que seguramente serán hermosas", responde un usuario del diario a las críticas de otros ciudadanos.

placeholder Las calles de Chester, el día de la boda de Lady Tamara Grosvenor. (Getty)
Las calles de Chester, el día de la boda de Lady Tamara Grosvenor. (Getty)

Toda precaución es poca. En la boda de la hermana mayor de Hugh, Lady Tamara, con Ed Van Cutsem, más de 4.000 curiosos se agolparon para ver a los novios. Entre los invitados de entonces se encontraban la propia reina Isabel y los príncipes Guillermo y Harry. En esta ocasión parece que los Windsor no estarán tan bien representados, a pesar de los lazos que les unen con esta familia y con Hugh en concreto.

El príncipe de Gales tendrá un papel predominante en la boda al ser el encargado de recibir a los invitados. Sin embargo, los reyes Carlos y Camila no podrán ir. A pesar de haber vuelto a sus actividades públicas, el rey sigue en tratamiento contra el cáncer y estará recién llegado de la gran conmemoración del Día D. Tampoco parece que el joven príncipe George, ahijado del novio, vaya a formar parte del cortejo de pajes porque tiene colegio. Ni que, por supuesto, esta boda vaya a suponer la reaparición pública de Kate Middleton. Sí se espera a las hermanas York o a los Kent con sus respectivas familias.

placeholder Hugh Grosvenor, bromeando con el príncipe Guillermo. (Reuters)
Hugh Grosvenor, bromeando con el príncipe Guillermo. (Reuters)

Hasta hora, el duque de Westminster, padrino tanto de George como de Archie, el primogénito del príncipe Harry, era uno de los pocos que mantenía relación con ambos a pesar de la guerra fratricida que han emprendido los hijos de Carlos III ya a campo abierto. El 'Times' asegura en un extenso artículo publicado esta semana que el duque quería que su amigo Harry fuera a la boda y así se lo hizo saber en una llamada telefónica en la que ambos acordaron "de forma civilizada" que sin embargo lo mejor para todos era que Sussex no apareciera por allí. "Harry estuvo de acuerdo en apartarse", publica el veterano periódico británico, que también asegura que Grosvenor ya está planeando una visita a California para el año que viene.

Aunque toda la boda se ha llevado con máxima discreción, en los albores del acontecimiento la prensa especializada está desvelando algunos detalles. 'Tatler', la veterana revista británica, ha publicado el quién es quién en la lista de invitados. Se da por seguro que los máximos jefazos de Grosvenor Property desfilarán hacia la catedral de Chester. También los grandes aristócratas del país ya se han puesto en camino hacia el noroeste del país. "Sería de mala educación, podrían argumentar algunos, si los Grosvenor dejaran a los Cholmondeley fuera de la lista de invitados. Si bien Rose Hanbury y su esposo David, séptimo marqués de Cholmondeley, no viven actualmente en la sede familiar del Castillo de Cholmondeley (prefieren el Houghton Hall de Norfolk), está tan cerca de la catedral de Chester que prácticamente podrían ir caminando a casa. El hijo de Hanbury, Oliver, se unió recientemente al príncipe George como Paje de Honor para la coronación del Rey Carlos", escriben en la revista.

placeholder Rose Hanbury con Charlotte Tilbury y la reina Camila, a principios de mayo. (Reuters)
Rose Hanbury con Charlotte Tilbury y la reina Camila, a principios de mayo. (Reuters)

La presencia de Rose Hanbury y de su marido, David Rocksavage, es uno de los alicientes de este enlace. Será la primera foto del matrimonio con el príncipe de Gales desde que Hanbury se viera obligada a publicar un comunicado negando que mantuviera una relación sentimental con Guillermo de Inglaterra. En marzo de 2024 los rumores sobre esta presunta relación se multiplicaron, abonados por la ausencia de Kate Middleton de la vida pública sin una explicación clara. Entonces se especuló mucho sobre la supuesta relación de la exmodelo con el heredero al trono, hasta un punto en el que la marquesa y sus abogados dijeron basta y a través de Business Insider afirmaron que la relación era "totalmente falsa".

Desde entonces, la marquesa de Cholmondeley ha pasado varios meses sin ser fotografiada hasta que a principios de mayo volvió de nuevo a la corte apareciendo en dos actos públicos con la familia real.
También se espera a otros grandes aristócratas como los condes de Lichfield (primos de los Grosvenor), los duques de Roxburghe, los duques de Abercorn o los Van Cutsem, que han sido amigos de los Windsor durante generaciones. También se espera a Lady Zoe Warren, la aristocrática gurú del yoga e hija menor del decimocuarto conde de Galloway, y su esposo, Jake Warren, ahijado de la princesa Diana. También será la primera oportunidad de ver a Jasper Henson, hermano de la novia, con su prometida española, la madrileña Isabel Rodríguez-Legorburu, hija de los condes de Asmir, con la que se casa en septiembre.

El duque de Westminster es consciente del jaleo que se está formando en torno a su boda en Chester, a donde piensa mudarse una vez que pase todo. Por eso, ha patrocinado personalmente las 100.000 flores que el Ayuntamiento suele plantar cada verano para decorar la ciudad y ha hecho saber que el día de su boda tres heladerías del centro de la ciudad invitarán a helados para celebrar su boda.

Pocas cosas reconcilian tanto con el espíritu británico como darse un paseo por las calles de Chester. Con 120.000 habitantes, la capital del condado de Cheshire recibe a sus visitantes con sus calles empedradas y sus edificios entramados de estilo Tudor. Aunque están acostumbrados al turismo, la localidad, en la frontera de Gales, vive estos días con una mezcla de ilusión y horror la próxima boda de uno de sus más ilustres vecinos, el duque de Westminster.

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