La Navidad no sienta bien al matrimonio

Navidades, fechas entrañables de calor familiar y armonía… O al menos así es como deberían ser. Sin embargo, en muchas ocasiones, el estrés, las discusiones y el ambiente tenso ganan la partida y lo que tendrían ser unos días de descanso e ilusión se convierten en un infierno donde las peleas son las principales protagonistas. Es por ello que estas fechas se convierten en un momento crítico para muchos matrimonios que tras ellas deciden poner fin a su relación.

Cada vez más, las cifras de divorcios tras las navidades se multiplican. Según los últimos datos disponibles del Consejo General del Poder Judicial, correspondientes a 2006 y el primer semestre de 2007, las demandas de separación aumentaron en la misma medida tras las vacaciones veraniegas como después de las Navidades. Y es que, en ocasiones, es difícil cambiar la rutina individual para adaptarla a tiempo completo a la familia.

Sin embargo, solo es necesario poner un poco de nuestra parte para evitar llegar a una situación límite. Según el consultor David Suriol, que acaba de editar un libro sobre el tema, las rupturas no se producen porque la gente huya de las relaciones estables, sino por la incapacidad de llevar la relación adelante.

La falta de comunicación es la principal razón de ruptura sentimental, seguida de cerca por la infidelidad y la imposición de criterios. Y es que en la mayoría de los casos el estrés en el trabajo y las cargas familiares acaban por hacer sucumbir a los matrimonios que no saben sobrellevarlos de la forma correcta y dejan que su vida marital se vea afectada por ellos. Pero, ¿cómo separar esos problemas y evitar que nos influyan en la vida personal?

Según los expertos David Suriol y Miguel Janer, es necesario seguir un plan de marketing para tener éxito en la relación sentimental. Definir la misión de la pareja; analizar las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de la relación; trazar un plan de comunicación interna y de crisis; y, por último, establecer un plan de fidelización pueden ayudar a salvar los pequeños problemas que pueden terminar con una pareja.

Simplificando, no debemos olvidar el porqué nos enamoramos, ni cuales son los pequeños detalles que hacen sentir bien a la otra persona; seamos realistas con lo que podemos hacer y con lo que no, y no exijamos a los demás tareas imposibles; hablemos las cosas antes de que se conviertan en problemas y, por supuesto, respetemos las opiniones del otro. En definitiva, intentemos disfrutar de estas fechas al máximo.