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¿Qué me hago antes de vacaciones? ¿Un peeling o un láser?
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PIEL A PUNTO

¿Qué me hago antes de vacaciones? ¿Un peeling o un láser?

Es una duda habitual a la hora de querer preparar la cara para el veraneo o en cualquier otra época del año. Pero elegir entre láser o peeling a veces cuesta

Foto: Primer plano de las pieles iluminadísima en el desfile de Eudon Choi. (Imaxtree)
Primer plano de las pieles iluminadísima en el desfile de Eudon Choi. (Imaxtree)

Puede que en tu rutina de casa no falten, y hasta conozcas a pies juntillas, productos que renuevan la piel, como los alfahidroxiácidos o el retinol. Y está muy bien, solo que a veces hace falta un extra y tirar de dermatología estética. Es decir, de procedimientos que lo hagan de una manera médica y más potente, como el láser o el peeling. Aquí es donde se plantea una cuestión recurrente: ¿cuál es el más adecuado para ello y en qué casos?, ¿puedo hacerme alguno de ellos en verano?

La clave: que sean superficiales

La Dra. Arantxa Arana, dermatóloga de la clínica Dra. Pérez Sevilla revela que el peeling sí puede realizarse en verano. “Siempre y cuando se lleve a cabo a nivel superficial para renovar la epidermis y lucir un aspecto luminoso, podemos hacernos un peeling no solo antes, sino durante el verano, incluso en cualquier época del año. Notaremos una mejora del aspecto de la piel con una recuperación muy rápida y mínimos efectos secundarios”. Cuando hablamos de peeling, hablamos de una exfoliación química o dermoabrasión que actúa sobre la capa superficial de la piel, produciendo su renovación y limpiándola en profundidad. “Además, repone la elasticidad perdida y atenúa las líneas finas y las arrugas. En general, este tratamiento sirve para tratar cicatrices derivadas del acné, manchas pigmentarias, arrugas, queratosis solares y lentigos faciales”, añade la Dra. Arana. Así que los de tipo superficial, sí. Con los que hay que tener cuidado es con los de tipo medio o profundo, porque son más agresivos.

placeholder Lo que te consiga una piel rejuvenecida, da igual cómo se llame. (Launchmetrics Spotlight)
Lo que te consiga una piel rejuvenecida, da igual cómo se llame. (Launchmetrics Spotlight)

“Estos se reservan al otoño o invierno, ya que la exposición solar es menor y la radiación ultravioleta no es tan combativa. Todos aquellos tratamientos que eliminan la epidermis dejando más expuesta una piel nueva, como por ejemplo el láser CO2 de rejuvenecimiento o de tratamiento de cicatrices, la luz pulsada o los peelings medios y profundos, los realizaremos con la llegada del otoño y durante toda temporada de frío”, confirma la dermatóloga. Si el fin es mejorar la textura cutánea, el peeling y el láser son las técnicas de elección, algo que confirma la Dra. Conchita Pinilla, experta en cirugía plástica. “Y si tenemos manchas tipo melasma, siempre peeling. Hay muy pocos láseres que sean eficaces y podrían hasta rebotar o aumentar el melasma, y en los léntigos grandes, láser de CO2”.

Foto: Las mejores cremas y sérum antiarrugas para lucir un rostro perfecto. (Kalos Skincare para Unsplash)

Láser, ahora mejor no ablativo

El láser a veces da miedo. Y buena parte de culpa es de las redes sociales, que airean casos de gente con quemaduras, a veces más que importantes, más que los casos de éxito, que son la mayoría. Lo primero es elegir bien al profesional, y tras un buen diagnóstico de tu problema, lo segundo es saber qué tecnología es la más adecuada para ti, y entender que el enrojecimiento y en algunos casos pequeñas costritas podría ser normales y parte del proceso. Aun así, para los meses de sol el láser debe, como el peeling, ser también superficial. Y el motivo es el siguiente: un láser produce una quemadura controlada de la piel, lo que permite que se regenere y estimule la dermis aumentando la producción de colágeno y elastina. Hay dos tipos de láser: ablativos y no ablativos. Los primeros eliminan la capa externa de la piel, epidermis, y calientan la dermis, lo cual estimula la producción de colágeno, una proteína que mejora la firmeza y la textura de la piel. A medida que la epidermis se cura y vuelve a crecer, la zona tratada se ve más lisa y firme. El láser ablativo incluye el de dióxido de carbono CO2, el de erbio y sistemas combinados.

placeholder Piel húmeda, al estilos del slicking, en el desfile de Atleir. (Launchmetrics Spotlight)
Piel húmeda, al estilos del slicking, en el desfile de Atleir. (Launchmetrics Spotlight)

Luego está el láser no ablativo que también estimula la producción de colágeno, pero es menos agresivo, y por eso pide un tiempo de recuperación más corto. ¿La contrapartida? Los resultados son más sutiles. “Ambos métodos se pueden aplicar con un láser fraccionado, que deja columnas microscópicas de tejido sin tratar en toda la zona de tratamiento. Los láseres fraccionados se desarrollaron para acortar el tiempo de recuperación y reducir el riesgo de sufrir efectos secundarios”, cuenta la dermatóloga. Los beneficios del láser son muchísimos: mejora cicatrices de todo tipo, elimina arrugas, embellece la textura, y algunos eliminan manchas, lunares o arañitas vasculares. Si hablamos de verano hay que elegir bien, como pasa con el peeling. “Recomiendo los no ablativos a longitudes de onda específicas para el rejuvenecimiento facial, porque permiten que no haya ningún daño de la epidermis y producen un calentamiento de la dermis capaz de estimular la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Así conseguimos que la piel adquiera densidad, tersura y luminosidad”, prosigue la experta.

En verano, menos es más

Si nos guiamos por precios, depende. “Cuando hablamos del rostro completo puede ser más caro el láser en general, pero si el problema son dos o tres manchas, es muy parecido”, concluye la Dra. Pinilla. En cuanto a las sesiones, el Dr. Vicent Alonso, dermatólogo del Instituto Tekderma, habla de 2 a 4 cuando elegimos el peeling superficial.

Foto: Aún estás a tiempo de hacerte la depilación láser y poder ir a la playa. (Foto: Calzedonia)

En cualquier caso, dice, “la clave para elegir un buen peeling consiste en acudir al dermatólogo para realizar un correcto diagnóstico y una correcta planificación del tratamiento”. Las sesiones de láser también varían. En algunos casos basta con una, mientras que en otros harán falta más. Eso sí, teniendo en cuenta la época y aunque con un láser superficial no suele ocurrir, si aparecieran costras superficiales, desaparecerían en 5 a 7 días, dejando una posible rojez durante 4 a 7 semanas los más profundos. En ese tiempo, siempre, hay que evitar la exposición solar, de ahí que los más agresivos haya que dejarlos para la rentrée.

Puede que en tu rutina de casa no falten, y hasta conozcas a pies juntillas, productos que renuevan la piel, como los alfahidroxiácidos o el retinol. Y está muy bien, solo que a veces hace falta un extra y tirar de dermatología estética. Es decir, de procedimientos que lo hagan de una manera médica y más potente, como el láser o el peeling. Aquí es donde se plantea una cuestión recurrente: ¿cuál es el más adecuado para ello y en qué casos?, ¿puedo hacerme alguno de ellos en verano?

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