Así se coló J. Crew en la Casa Blanca y en el palacio de Buckingham

La firma J. Crew ha puesto en marcha una espectacular fiesta con la que ha festejado su 40 aniversario. Figuras como Sadie Sink y Diane Keaton no han querido faltar al encuentro en el que rendir homenaje a una de las marcas americanas que más han marcado la historia de la cultura pop. Hablamos de una firma que encontró su mayor momento de visibilidad cuando Michelle Obama y sus hijas, en el año 2009, vistieron de J. Crew en el acto de investidura de Obama. "Nos sentimos honrados de ser parte de una ocasión tan trascendental tanto en la historia como en la moda", dijo Jenna Lyons, la entonces directora creativa de J. Crew, que en la actualidad es una de las estrellas de ‘The Real Housewives of New York’, una nueva demostración de que los realities y la moda mantienen siempre una curiosa relación en la que ambas partes de la pareja obtienen beneficios. “Queríamos ofrecer una colección que no las definiera, sino que dejara brillar sus propias personalidades", añadió.

Michelle se aseguró de rendir homenaje a la marca americana constantemente, y no dudó en apostar por J. Crew en eventos 'casual' o en momentos vinculados a la infancia, pero también en actos especiales. Incluso en una de sus primeras apariciones televisivas se decantó por la firma de moda americana al lucir un total look de la firma. “Quiero preguntarte sobre su guardarropa. ¿Supongo que tu presupuesto ronda los 60.000 dólares? ¿Sesenta mil, tal vez? ¿Quizás eso por este traje?”, le dijo Jay Leno en una pregunta con la que claramente daba un codazo a los informes que sacaron a la luz los medios de comunicación acerca del presupuesto de ropa de 150.000 dólares que Sarah Palin tenía para la campaña. “En realidad, este es un conjunto de J. Crew”, respondió. Así no solo se metió en el bolsillo a los americanos, sino que les dio un respiro (y un guiño) a sus bolsillos.

La marca no dudó en sacar provecho del momento. Los especialistas en marketing de la firma compraron las palabras clave 'Michelle Obama' en Google, Microsoft y Yahoo, y crearon un espacio especial en su web para promocionar sus looks. Incluso dieron instrucciones a los trabajadores del centro de atención al cliente acera de cómo manejar consultas sobre la ropa que había lucido Michelle.

No es el único icono que ha hecho de la firma su referente, pues Meghan Markle es una de sus mayores seguidoras. En la docuserie de Netflix ‘Heart of Invictus’, Meghan ha vuelto a hacer gala de su estilo atemporal enfundada en una camisa de popelín de J. Crew.

Sin embargo, la marca no siempre ha pasado por buenos momentos. Nació en 1983 como una firma de venta por catálogo que el público identificó como una opción más estilosa que el resto de propuestas disponibles, pero siendo a su vez una opción más asequible que Ralph Lauren. Sus catálogos se aseguraban de evocar un estilo de vida aspiracional que hacía a las fans de la marca pensar que cada prenda las acercaba más a ese imaginario en un ejercicio en el que, al igual que ocurre ahora con el lujo silencioso, era clave tener un conocimiento de insider. Carente de logos, quien sabía que una prenda era de J. Crew era quien de verdad sabía de moda.

Los 90 no fueron fáciles con la fuerza de firmas como Abercrombie & Fitch, que coqueteaba con el descaro y con la juventud de una manera que se enfrentaba al clasicismo de J. Crew.

Aunque Michelle Obama alejó a la marca de la imagen de una firma centrada en prendas caqui, haciendo de ella una versión más ecléctica y variada, competidores como Gap no estaban logrando tampoco subsistir. Pero la marca ha vuelto a emerger haciendo de su legado su máxima, pues en la campaña del cuarenta aniversario, Lauren Hutton es la protagonista y apuesta por las prendas atemporales. “Hacemos clásicos modernos con carácter. Creemos en la verdadera atemporalidad, la integridad de la ropa bien hecha y, desde nuestros inicios, ofrecemos una gran calidad a un excelente precio. Eso está en nuestro ADN. Pero sabemos que no se trata solo de la ropa, sino de la sensación que da a las personas que la usan. En última instancia, se trata de ayudar a nuestros clientes a ser la mejor y más auténtica versión de sí mismos. Y eso es lo que buscamos, inspirar la vida y el estilo de las personas, durante cuatro décadas, y lo que nos queda…”, asegura la firma con motivo de la celebración.

Tendremos que esperar para saber si una marca ajena a las tendencias que apuesta por la atemporalidad plena consigue mantenerse o si los titanes del fast fashion tradicional le arrebatan su puesto, pero siempre que Meghan Markle continúe apostando por ella, no nos cabe duda de que J. Crew seguirá siendo la marca que demostró que el clasicismo preppy es capaz de triunfar tanto en la Casa Blanca como en Buckingham Palace.