Deluem, la firma de Madrid fundada por dos hermanas que busca que sus prendas pasen de madres a hijas

Lucía (1999) y María (1994), hermanas y fundadoras de Deluem, nunca tuvieron la intención de crear una marca de moda. "En 2016, mientras estudiaba la carrera de medicina y Lucía estaba cursando primero de bachillerato en el colegio, se nos ocurrió abrir una cuenta de Instagram para vender las típicas pulseras de cordón y con lo recaudado, financiarnos un viaje", explica María. A ellas se unió su hermano. Además de encargarles los regalos para su boda a la vuelta de ese viaje, con el tiempo acabaría siendo uno más de la firma llevando la parte financiera y de operaciones.

Lo cierto es que esa cuenta en la red social fue algo más: allí mostraban sus inquietudes y gustos, ahí, sin darse cuenta, generaron imagen de marca y una comunidad. La demanda creciente de sus seguidores, les impulsó a profesionalizar su proyecto en 2019, lanzar al mercado su firma.

Con un primer nombre, Dauphin, "siempre nos hemos inspirado mucho en París y la moda francesa", apunta Lucía; en 2020 y con la firma en plena expansión, les llegó una notificación inesperada. "Una marca francesa de apellido Dauphin nos escribió para decirnos que teníamos que cambiar el nombre. No lo habíamos registrado a nivel europeo, solo en España, y nuestra firma estaba creciendo tanto en internet que, en búsquedas, aparecía antes que la suya. Fue un disgusto, la verdad, pero supimos hacerle frente".

En ese momento nació Deluem. "En casa, con nuestra madre, en una pizarra, empezamos a poner diferentes opciones de nombres, pero ninguno nos encantaba. Con la 'D' como letra inamovible, jugamos con nuestros nombres hasta que dimos con la combinación definitiva, Deluem", detalla Lucía.

Entre tanto, esas pulseras de cordón dieron paso a bisutería y joyería, a un taller de piercings, eventos, pequeños pop-ups y la línea que ahora esconde los bestsellers, la de ropa para mujer.

"A finales de 2019 tuvimos un primer contacto con la moda. Me marché a Senegal para hacer un voluntariado en un hospital y allí conocía un costurero que nos hizo unos pareos. Los empezamos a vender con fines solidarios durante la pandemia, con lo recaudado compraban sacos con kilos de arroz. Tuvieron tan buena acogida que decidimos ampliar el negocio y el campo de actuación", cuenta María.

El textil junto con las joyas y los accesorios engordan el cuidado catálogo de la firma. "Empezamos poco a poco, con chaquetas, chalecos, blusas... Y según aumentaba la demanda, aumentábamos la oferta de prendas. Nuestro objetivo siempre fue diseñar y producir en España, con artesanos, una filosofía sostenible y tejidos de calidad. Prendas sencillas y clásicas para un fondo de armario que pueda pasar de madre a hija, de abuela a nieta". Básicos sí, pero que destilan una elegancia sofisticada y atemporal a la que parece imposible resistirse.

"Buscamos la tendencia, pero de una manera sutil, llevándolas a nuestro terreno", una premisa que ha ayudado a Lucía y María a crear piezas que conservar en el guardarropa toda la vida. Desde Madrid, concretamente, desde la calle Villanueva, 42, promueven la moda kilómetro cero. "Todo se hace en talleres locales de la capital, es más, esos talleres están muy cerca de nuestra tienda. Se confeccionan con materiales fabricados en nuestro país, principalmente lino y algodón orgánicos", argumentan las hermanas.

El verano pasado firmaron su primera gran alianza con la influencer Itziar Aguilera. "Ella nos había seguido desde nuestros inicios y nosotras le mandábamos accesorios de vez en cuando. Así que nos animamos y le propusimos crear una colección juntas". La primera, compuesta por dos looks en diferentes texturas, tejidos y colores, fue un éxito, tanto que este año han lanzado Atelier Noir, la segunda cápsula diseñada en colaboración con Aguilera y que busca vestirnos esta primavera-verano.

Fotografiada en Mallorca, "queríamos huir de la moda rápida. Para ello nos hemos aliado del blanco y el negro, como base cromática de un buen vestidor", detallan sobre la nueva colección. Hay vestidos con estampado vichy, chaquetas bicolores anudadas en la parte frontal, blusas con puños camiseros, "inspirados en los puños del vestido de novia de mi hermana María" explica Lucía; y conjuntos de camisas y faldas.

Hoy sus bestsellers son las prendas por encima de las joyas, "nuestra marca ha dado un giro bastante grande", confiesa María. Tienen piezas virales como las chaquetas, los ponchos y los chalecos. Las flores para el pelo, otro superventas en el catálogo de Deluem. Venden sus piezas casi por igual en la shop online como en la tienda física de Madrid.

En este camino improvisado con una marca sostenible y consolidada en el mercado, Lucía y María sueñan con llegar un día al vestidor de la reina Letizia. "Ya lo conseguimos con Kelly Rutherford y ojalá lleguen a nuestra Reina. Tiene una elegancia natural, es el icono de moda de nuestro país y nos encantaría verla con algo de Deluem".

Confiesan que este crecimiento (y el secreto de su triunfo) se basa en el equipo humano que está detrás de la firma, diez personas que "esperamos, sienta Deluem como suya. Para nosotras es importante ser éticas con nuestros trabajadores, y sentir y demostrar que somos una familia". El camino en la industria de la moda de estas dos hermanas madrileñas (y su equipo) no ha hecho nada más que empezar.