Te contamos qué debe incluir tu cena después de hacer deporte

Se suele señalar que la clave para una vida sana es mantenerse activo haciendo un poco de deporte y llevar una alimentación equilibrada. Pero a veces se nos olvida que ambas cosas deben ir de la mano, adaptándose la una a la otra.

Por eso, si estamos haciendo más ejercicio del que solíamos realizar, nuestra dieta deberá tenerlo en cuenta. Al aumentar nuestra actividad física, debemos adaptar nuestra dieta para que todo tenga un equilibrio.

Por ejemplo, no sirve pensar que, como estás haciendo más ejercicio, puedes permitirte excesos en productos como la bollería industrial, los procesados o las bebidas azucaradas. En este caso no es solo una cuestión de peso, es tu salud lo que estarías descuidando.

Teniendo en cuenta que todo influye en nuestro organismo, no es igual hacer deporte a primera hora de la mañana que a última, cuando ya hemos terminado la jornada laboral y podemos dedicarnos unos minutos a nosotras mismas.

Si tú eres de las segundas, seguro que te has planteado en más de una ocasión cómo deben ser tus cenas para evitar que todo lo trabajado durante la sesión de entrenamiento se quede en el olvido una vez que nos sentamos a la mesa.

Lo primero que conviene destacar es que cenar después de hacer deporte es indispensable. No debemos saltarnos ninguna comida, no hay excusa para ello. Es a través de esta ingesta como ayudamos al cuerpo a recuperarse después del ejercicio.

Después de un entrenamiento, sobre todo si ha sido duro, debemos incluir en nuestra dieta los hidratos de carbono. Destierra la idea de que por la noche no son recomendables, ya que lo importante son las cantidades de lo que consumimos.

A esta pasta, arroz integral o patata cocida, hay que acompañarla de proteínas, como carne, huevos o pescado, con las que ayudaremos a que los músculos se recuperen. Será más saludable y ligero si lo cocinamos a la plancha.

Una cena completa podría ser un plato de pescado o carne a la plancha, con un puñadito de pasta o arroz integral y otro de verduras, como tomates o berenjenas al vapor. La proteína debe ser del tamaño de tu puño cerrado, otro cuarto del plato los hidratos y el resto del plato de hortalizas o verduras.

En definitiva, una cena completa y equilibrada que te ayude a recuperarte después del ejercicio, pero sin excesos. Por supuesto, lo mejor es tener una dieta personalizada consultando con expertos nutricionistas. Ellos podrán diseñar para ti la dieta adecuada en función del ejercicio que estés realizando.