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El lado salvaje de Riviera Maya, porque aún quedan nuevos mundos por explorar
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NOS VAMOS EL DOMINGO

El lado salvaje de Riviera Maya, porque aún quedan nuevos mundos por explorar

La península de Yucatán reparte su esencia maya entre piscinas naturales subterráneas, rituales chamánicos, tortugas gigantes y paraísos protegidos en 'pause'. Vivirlo todo en primera persona es un auténtico lujo

Foto: El templo de Kukulkán, en Yucatán, se construyó en el siglo XII d. C. y es la joya de Chichén Itzá, capital de los mayas itzaes. (Fernando Morales)
El templo de Kukulkán, en Yucatán, se construyó en el siglo XII d. C. y es la joya de Chichén Itzá, capital de los mayas itzaes. (Fernando Morales)

Más allá de la hamaca frente a sus aguas cristalinas y los cocoteros de postal, estereotipo hegemónico durante décadas, la península de Yucatán esconde tesoros que tienen mucho que ver con la cultura maya y con un meteorito de 12 kilómetros de diámetro que colisionó hace más de 65 millones de años en este apasionante rincón del mundo, y que creó un paisaje absolutamente diferente y único a base de piedra caliza.

A la sazón, la naturaleza creó los 10.000 cenotes (piscinas naturales en la roca) que recorren el mundo subterráneo de la Riviera Maya, y que compiten en belleza absoluta con la superficie. Durante nuestro viaje por esta increíble zona del Caribe mexicano, además de disfrutar a nado de la pureza de estos pozos de agua dulce horadados en la roca, hemos acompañado a tortugas de más de cien kilos en su afán por la supervivencia; explorado impresionantes manglares de naturaleza salvaje (cocodrilo incluido), y convivido con las costumbres más ancestrales de un pueblo, el maya, que es todo hospitalidad.

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Unos días inolvidables (ocho en total que podíamos haber prolongado hasta el infinito y más allá) cargados de experiencias extraordinarias, en los que todas las comodidades y atenciones de los hoteles en los que nos hemos alojado, intachables, han sido incluso superadas por otros lujos intangibles difíciles de etiquetar con estrellas.

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Yucatán: lujos intangibles difíciles de etiquetar. (F. Morales)

El turismo de sol y playa tiene garantizado el éxito en Riviera Maya, eso viene 'de serie', pero quienes practiquen la curiosidad y deseen sentir, más allá de ver… ¡éste es el lugar! Descubrimos 'el otro Caribe mexicano' de la mano de Soltour, el turoperador independiente líder en España y Portugal, que lo tiene todo organizado para que no tengamos que preocuparnos más que de disfrutar.

Cenotes, esa puerta al mundo espiritual

Comenzamos nuestra aventura con un impacto muy 'dulce'. Más de 500 kilómetros de cuevas y pasillos subterráneos de agua de lluvia conectados entre sí nos abren la puerta a la grandeza del mundo maya. Fue por obra y gracia del gigantesco meteorito que impactó contra la península de Yucatán, que la piedra caliza impostada funcionara como esponja, filtrando el agua y creando estas maravillas naturales que los mayas consideraban lugares sagrados.

Con el debido respeto a sus orígenes, pero de una manera más profana, nos bañamos en algunas de estas cuevas naturales subterráneas de agua pura. Sí, aún existe la pureza en selectos lugares del planeta, por increíble que parezca.

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placeholder Cenote de Yaaxmul, con siete millones de años de antigüedad. (F. Morales)
Cenote de Yaaxmul, con siete millones de años de antigüedad. (F. Morales)

Algunos de los cenotes en los que nos empapamos de la historia, como el de Yaaxmul, presumen de estalactitas y estalagmitas de más de siete millones de años. Nadar en su misterioso y silencioso interior, guiados hasta una cueva en la que descansan decenas de murciélagos, nos reconcilia con la esperanza de que la mano del hombre aún no ha terminado con la belleza natural. Bañarse en un cenote, cuando estamos en Riviera Maya, no es una opción.

Nos cuenta nuestro guía que estas cuevas subterráneas de agua dulce son privadas, y muchas de ellas permanecen en el anonimato. Por suerte, otras se pueden visitar en grupos reducidos y siguiendo una serie de normas que los organizadores se toman muy en serio (prohibido bañarse con crema solar, por ejemplo), sabedores de la auténtica joya que le muestran al mundo.

Sus majestades, las tortugas

Otro de los hallazgos que nos han emocionado en nuestro recorrido por las profundidades de Riviera Maya, ha sido poder observar de cerca (nuestro primer snorkel) la elegancia de las tortugas marinas, reinas en peligro de extinción de esta zona de México. Como nos explican los responsables de la Fundación Eco-Bahía, auspiciada por el Grupo Piñero en el hotel Bahía Príncipe Grand Tulum, en la zona se concentran cuatro de las siete especies de tortuga marina que existen en el mundo. Afortunadamente, nuestro alojamiento es respetuoso con el entorno y muy consciente de la necesidad urgente del turismo sostenible.

placeholder Las tortugas, en peligro de extinción, pueden superar los 300 kilos. (Cortesía)
Las tortugas, en peligro de extinción, pueden superar los 300 kilos. (Cortesía)

Imposible no empatizar con la delicada situación de estas bellezas acuáticas que superan, en todos los casos, los 100 kilos de peso (algunas llegan a 300). Carey, laúd, caguama y verde, estas tortugas que comparten playa con nosotros deben hacer frente a las redes de los barcos, a los residuos sólidos, y a los innumerables depredadores que hacen que, de cada mil crías que llegan al mar, solo dos alcancen la edad adulta.

placeholder Panorámica de las piscinas del Hotel Bahía Príncipe Grand Tulum, en Riviera Maya.
Panorámica de las piscinas del Hotel Bahía Príncipe Grand Tulum, en Riviera Maya.

Sorprende, gratamente, comprobar cómo el Hotel Bahía Príncipe trabaja codo a codo con la fundación, para que la mano del hombre no moleste a la fauna de la zona (que se lo digan a los mapaches que nos cruzamos cada mañana en el desayuno). En este cinco estrellas familiar, situado en un enclave maravilloso frente al Mar Caribe, disfrutamos de la gastronomía local, de sus increíbles piscinas (con parque acuático incluido), y de actividades para todos los públicos, gracias a su 'all included' de lujo.

placeholder Aves fragata, muy habituales en la reserva de Sian Ka'an. (F. Morales)
Aves fragata, muy habituales en la reserva de Sian Ka'an. (F. Morales)

Otra de las excursiones imprescindibles, en la línea del respeto y trabajo por conservar el ecosistema, nos lleva a bordo de una barca por la reserva de la biosfera de Sian Ka'an (que significa 'donde nace el cielo' y es Patrimonio de la Humanidad). Se trata de la zona natural protegida más amplia del Caribe, y toda una lección de diversidad. Trescientos tipos de aves, cien animales diferentes y más de mil plantas, piscinas naturales de aguas cristalinas, avistamiento de delfines en libertad, dunas, cenotes y una inmensa selva tropical nos acompañan en nuestro recorrido, que sobrevuelan las magestuosas aves 'fragata'.

placeholder Cocodrilo en los manglares de la reserva de Sian Ka'an. (F. Morales)
Cocodrilo en los manglares de la reserva de Sian Ka'an. (F. Morales)

Como fin de fiesta, junto al embarcadero, nos espera un cocodrilo, de esos aparentemente inofensivos pero a los que más vale no importunar. Custodiados por las omnipresentes iguanas, de todos los tamaños, damos nuestra excursión del día por concluida.

En manos del chamán

En nuestro empeño por desentrañar los tesoros más ocultos de Riviera Maya, llegamos a Kakulsaan, una aldea cercana a Tulum con poco más de 50 habitantes, sin luz ni agua potable. Aquí se respira lento. Hace calor, pero la sensación que nos invade pertenece a otra dimensión. Frente a nosotros, el chamán de la comunidad nos recibe entre fogatas aromáticas y rezos en maya que debemos repetir para comenzar el ritual de 'limpieza' mundana.

placeholder Todo listo para el ritual chamánico maya para sanar cuerpo y alma. (F. Morales)
Todo listo para el ritual chamánico maya para sanar cuerpo y alma. (F. Morales)

Tras la ceremonia exterior, el guía espiritual nos invita a ocupar los asientos de piedra dentro de un temazcal, construcción abovedada que representa el vientre de la madre Tierra. Nos advierten del impacto que no sólo puede provocar en su interior, completamente cerrado y a oscuras, el calor de las piedras volcánicas incandescentes, sino de los daños colaterales de la catarsis colectiva. “Quien no pueda soportarlo, dos palmadas y al grito de 'puerta' desde afuera les abrirán”.

placeholder Temazcal, construcción de piedra en cuyo interior se realiza la segunda parte del ritual sanador del chamán. (F. Morales)
Temazcal, construcción de piedra en cuyo interior se realiza la segunda parte del ritual sanador del chamán. (F. Morales)

Durante la primera mitad de esta sauna sanadora, pero también claustrofóbica, las palmadas son una constante. Quedamos la mitad. Una ceremonia absolutamente inusual en nuestra manera de entender el rezo, pero un momento que jamás olvidaremos. Al salir, ya no éramos los mismos. Todo lo demás, os proponemos que lo experimentéis en primera persona. La palabra que lo define es: brutal.

De paseo por los colores de Valladolid

Probablemente, cuando escuchamos hablar de Riviera Maya, inmediatamente después de las palmeras y el agua cristalina en calma, nos viene a la cabeza la imagen de la pirámide de Chichen Itzá, la punta del iceberg de una inmensa ciudad que permaneció oculta en la selva. Aún hoy, existen un número indeterminado de edificaciones que esperan a ser descubiertas.

placeholder La pirámide de Chichén Itzá representa el calendario maya. (F. Morales)
La pirámide de Chichén Itzá representa el calendario maya. (F. Morales)

Mientras los arqueólogos siguen 'tirando del hilo', visitamos la pirámide principal conocida hasta la fecha, el templo de Kukulkán. Cuatro entradas con 91 escalones cada una, que multiplicados son 364 días. El 365 lo conforma el último escalón común a las cuatro caras de la pirámide. Según la NASA, el calendario maya es el más acertado del mundo.

Nota para los curiosos: el calendario maya se compone de 18 meses de 20 días cada uno. Si multiplicamos ambas cifras, el resultado es 360. Los 5 días que quedan son los de la mala suerte, un escueto mes que va del 5 al 9 de agosto, y que son 'los días nefastos'.

Hasta hace unos años, estas míticas escalinatas podían ser subidas, hasta que el incivismo obligó a las autoridades a cerrar la pirámide al público. Nuestro guía nos cuenta cómo en su interior, que reproduce otra pirámide más pequeña, se realizaban sacrificios para los dioses, presididos por un trono de color rojo en forma de jaguar, con 52 piezas de jade.

placeholder Iglesia de San Servacio, en Valladolid, estado de Yucatán. (F. Morales)
Iglesia de San Servacio, en Valladolid, estado de Yucatán. (F. Morales)

Una visita imprescindible, en la que no podemos olvidar abituallamiento de agua fresca, sombrero y crema solar abundante, y que rematamos con una comida en Valladolid ('sakí' en maya), ciudad de interior colorida y auténtica. ¿Valladolid? ¿En México? Se trata de una ciudad colonial que recibe este nombre familiar porque el fundador del lugar (1543), Francisco de Montejo, quiso convencer así a su esposa para que le acompañara en la aventura americana con otra ciudad que llevara el nombre de la suya en España (era natural de Valladolid).

Tanto se esmeró Montejo, que Valladolid forma parte del listado de Pueblos Mágicos mexicanos, y está presidido por el famoso gavilán blanco en sus escudos. Paseando por sus calles nos topamos con la hospitalidad de sus habitantes, la belleza de sus casas, los puestos callejeros de tacos pastor deliciosos y la iglesia de San Servacio, construida a partir de los restos de una pirámide maya.

Holbox, o cómo proteger la belleza natural

Último día en Riviera Maya. Por suerte, la despedida de nuestro sueño tiene lugar en una isla al norte de Cancún, Holbox, en la que los mexicanos han sabido mantener intacta su belleza natural.

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placeholder Isla de Holbox, paradigma del slow life. (Cortesía)
Isla de Holbox, paradigma del slow life. (Cortesía)

Aquí se prohíbe la entrada a los supermercados y se apoya el comercio local; no hay tregua para las grandes cadenas hoteleras y sólo están permitidos hoteles eco-sostenibles; los lugareños pasean descalzos por sus arenas blancas y limpias… El lugar en el que confluyen las aguas del Caribe con las del Golfo de México dibuja un paraíso en el que el tiempo no existe. Un santuario natural de tranquilidad en el que apenas circulan coches.

Hora de vivir México

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placeholder Hotel 'only adults' Secrets Moxché Playa del Carmen. (F. Morales)
Hotel 'only adults' Secrets Moxché Playa del Carmen. (F. Morales)

De regreso al hotel, en este caso Secrets Moxché Playa del Carmen (adults only), fabuloso con sus 485 suites de lujo (mucho) con vistas al mar a 40 minutos del aeropuerto de Cancún, despedimos nuestro viaje con un delicioso margarita en la mano, un baño en su inolvidable piscina infinity y una certeza absoluta: ¡volveremos!

Más allá de la hamaca frente a sus aguas cristalinas y los cocoteros de postal, estereotipo hegemónico durante décadas, la península de Yucatán esconde tesoros que tienen mucho que ver con la cultura maya y con un meteorito de 12 kilómetros de diámetro que colisionó hace más de 65 millones de años en este apasionante rincón del mundo, y que creó un paisaje absolutamente diferente y único a base de piedra caliza.

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