Chipiona Vice: Amador Mohedano podría quedarse en la calle tras vender partes de una finca a espaldas de Hacienda

No va más. Hacienda subasta en estos momentos (y hasta el 10 de junio) el 50% de la finca Los Naranjos, propiedad de Amador Mohedano. La otra mitad de estas tres hectáreas de terreno rural sitas en el término municipal de Chipiona (Cádiz) pertenecen a Gloria Mohedano. Ambos se convirtieron en dueños de esta finca el 11 de mayo de 2007, cuando se hizo efectivo el reparto de la herencia de Rocío Jurado, hermana de ambos, que murió casi un año antes, el 1 de junio de 2006.

El problema para Amador, para Gloria y para Hacienda no es solo que sobre el ex representante y ex mánager de 'la más grande' pesen tres embargos (uno de 2016, un segundo de 2017 y el último fechado en 2018) que han provocado esta subasta. La suma supera los 260.000 euros de deuda. El principal escollo, y aún están por definirse las consecuencias, es que Amador, tal y como confirman a Vanitatis fuentes de toda solvencia, ha estado vendiendo partes de esta finca a terceros en contratos de compraventa privados para salvar sus problemas económicos, cada vez más acuciantes desde la muerte de su hermana y hasta la actualidad.

¿Y por qué estas actividades soterradas van a traer consecuencias? Precisamente por eso, porque han sido soterradas, y esas compras de porcentajes de terreno no se han elevado a escritura pública, como atestiguan los documentos a los que ha tenido acceso Vanitatis, por lo que Hacienda está subastando el 50% de una finca parte de la cual ya está vendida a otros propietarios por el supuesto dueño, Amador Mohedano.

Hablamos con un experto en derecho civil, subastas y embargos y asegura a este medio que, en estos casos “quien no pierde nunca es Hacienda” y que todos los propietarios podrían verse obligados a acabar en los tribunales “para saber quién es dueño de qué parte”.

El Quisco y todos los demás

El propio Amador ha reconocido, en una entrevista concedida a Paloma Barrientos y publicada en Vanitatis estos días, que vendió unos 3.000 metros cuadrados de esta propiedad (alrededor de un 20% de su parte) al hijo de un buen amigo suyo, el Quisco, por 90.000 euros hace más de 10 años. El Quisco, nos comentan fuentes muy cercanas, está muy tranquilo porque tiene un contrato firmado ante notario. Aun así, le avisamos desde aquí, porque somos buenos samaritanos, es probable que acabe teniendo problemas. Por no hablar del precio que pagó, infinitamente superior al que podría venderlo en estos momentos. Un negociazo, vamos.

Fuentes cercanas a Amador aseguran que hay otros dos posibles compradores de partes de terreno de la finca Los Naranjos que habrían hecho las veces de prestamistas con el hermano de Rocío Jurado. Esta información no se puede corroborar a nivel documental porque esos contratos, de existir, tampoco se han elevado a escritura pública. De este modo, los propietarios de Los Naranjos en este momento podrían ser hasta cinco. A saber: Amador, Gloria, el hijo del Quisco y dos compradores anónimos. Casi nada.

Al margen de este follón de porcentajes sin lindes que ha ido creando Amador para salvar sus deudas y sus necesidades vitales, hay que aclarar un par de aspectos a los que este se ha referido en las últimas horas en varias entrevistas. En plata, un par de mentirijillas que ha dicho.

1.- No es cierto, como dice el hermano de Rocío Jurado, que el terreno de Los Naranjos sea un secarral improductivo. El 98%, según la documentación oficial, es de regadío y productivo. En la finca hay una alberca y está construido el sistema de regadío. Además, Pedro Carrasco cultivó en su día naranjos (de ahí el nombre de la finca) y Gloria Mohedano uvas de mesa. El problema es que ahora no hay pozo, por lo que habría que llegar a un acuerdo con los dueños de los terrenos colindantes para llevar agua como hizo en su día Pedro Carrasco, quien estuvo casado con Rocío Jurado. Es probable que Amador con este testimonio intente ahuyentar a posibles compradores, de modo que la subasta quede desierta y permanecer así como propietario.

2.- No es cierto tampoco que la casa en la que vive actualmente Amador, que está dentro de la finca, y que tiene según los documentos 114 metros cuadrados, esté, como él asegura, “en la parte de mi hermana Gloria Mohedano”. Los Naranjos es un terreno proindiviso sin lindes y será un juez, si uno de los propietarios lo solicita, el que decida si Amador puede seguir en el futuro en dicha propiedad o pertenece a otra persona y debe abandonarla. Dicho de otro modo, ¿podría ser Amador Mohedano desahuciado si alguien compra el 50% de esta finca en la subasta? Le preguntamos de nuevo al abogado y experto en este tipo de situaciones. “La respuesta es rotundamente sí”, nos dice.