La gran fiesta taurina de los Trapote en Aranjuez: de Juan Ortega a la felicidad de Santiago Pedraz

Esta semana se celebran en Aranjuez las fiestas por San Fernando, el patrón de la ciudad. Unido a estos festejos locales el empresario Pedro Trapote y Begoña García Vaquero reúnen en su casa del Jardín de Oñate a sus amistades, muchas de ellas relacionadas con el mundo taurino directamente o por afición. El pasado domingo 2 de junio se mantuvo la tradición. Primero los asistentes acuden a la plaza y después se festeja en la casa familiar del empresario.

Este año el cartel estaba compuesto por Roca Rey, Gines Marín y José María Manzanares. No estaba previsto que toreara Juan Ortega, pero la neumonía vírica complicada con una infección bacteriana de Manzanares (como figuraba en el comunicado médico), hicieron que el sustituto fuera Ortega. La ganadería era de El Juli, que también quiso compartir la fiesta nocturna.

Hay que recordar que su nombre se hizo conocido cuando una hora antes de contraer matrimonio con la que había ido su novia de toda la vida tomó la decisión de no acudir a la iglesia. Fue una historia mediática tanto para el mundo del toro como para el social. Han pasado cinco meses de lo que fue la versión doméstica de la película de Julia Roberts 'Novia a la fuga', y en estos momentos su vida es estable en todos los sentidos. El tiempo lo cura toda y la relación con su expareja es buena. La tarde del 2 de junio cortó una oreja, aunque no salió a hombros, como sí sucedió con sus dos colegas.

El Jardín de Oñate fue pabellón de caza y lugar de encuentros galantes de Isabel II. La noche del domingo fue escenario del encuentro de amigos donde Trapote estuvo rodeado de sus hijos, nietos y sobrinas Micaela y Lucía. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el torero El Soro tocó varios solos de trompeta como homenaje a los anfitriones. Estudió música en el conservatorio cuando era muy joven. Junto a él, su mujer, Eva, que contaba que su marido había retomado la afición durante la pandemia y ahora no dejaba de ensayar cada día. “Tengo la suerte de tener unos vecinos muy considerados”, comentaba el torero con humor en presencia de Carmen Valiño, Cuqui y Yolanda Font, acompañada del padre de su hija, Antonio Miguel Carmona. El que fuera dirigente del PSOE vive tranquilo como alto directivo de empresa privada alejado de la política.

Entre los asistentes se encontraban el juez Santiago Pedraz y su mujer, Elena Hormigos, que fueron padres hace seis meses. El magistrado de la Audiencia Nacional está feliz con el bebé, que le ha hecho rejuvenecer. María Ángeles Grajal, viuda de Jaime Ostos, está terminando el libro sobre su vida. “Estará listo para octubre. Ahora eligiendo las fotos, que es lo más complicado. Hay tantas y tan bonitas que es difícil”.

Con ella sus amigos Ivette Uhia y el torero Gitanillo de América, que fueron su gran apoyo cuando Ostos falleció en Bogotá. No faltaron a la fiesta de San Fernando Jesús Gil Marín y su mujer Carmen Oset, que llamó la atención con un vestido muy acorde con la tarde noche de Juan Martín. Comentando la tarde taurina, Josemi Rodríguez Sieiro, José Ramón Azpiroz, la pintora María Moreno y su amigo Francesco di Girolamo, preparando la gala Starlite de este año.

Muchos de los invitados, como los empresarios Juan Palacios, presidente del grupo Munreco; Vicente Dalmau Sagarriga, dueño de Bodegas Murrieta; José Luis López 'El turronero'; Luis Guerrero, o Ana Peña, consejera delegada de Azulejos Peña, habían regresado de madrugada del estadio de Wembley, donde el Real Madrid se alzó con su decimoquinta Copa de Europa. Una vez que finalizó la cena hubo un homenaje con los invitados de pie, servilleta al viento e himno blanco.

A última hora apareció también Victoria Federica. Había acudido a la plaza para apoyar a su gran amigo Roca Rey y después compartir la cena en el Jardín de Oñate. Pedro Trapote mantiene una relación muy directa con don Juan Carlos. Hace cinco años, otro 2 de junio, fue el último día que el monarca ejerció públicamente como Rey. Aquel lunes el presidente Mariano Rajoy comunicaba oficialmente la abdicación real y la proclamación del príncipe de Asturias como Felipe VI.

En esas fechas Pedro Trapote quiso dedicarle un homenaje en Aranjuez para esa despedida de la agenda oficial con un triple significado. Homenajear a la fallecida condesa de Barcelona en la plaza, reunir a parte de la familia como eran las infantas Pilar, Margarita y Elena, y a algunos de sus hijos. Se desconocía que don Juan Carlos ya había decidido abandonar España. Un mes después, el monarca viajaba a Sanxenxo para continuar su vuelo con destino a los Emiratos Árabes.