Arantxa Sánchez Vicario y Santacana siguen casados: las razones para el no divorcio

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana siguen casados. Contrajeron matrimonio en el castillo de Perelada el 12 de septiembre de 2008.

Nueve años después rompen la convivencia pero no es hasta el 26 de febrero de 2018 cuando presentan oficialmente la demanda de divorcio. No fue de mutuo acuerdo y a partir de ahí ambos recorren su propia travesía del desierto en este contencioso que sigue sin resolverse.

TE PUEDE INTERESAR

Arantxa Sánchez Vicario vs. Santacana: las finanzas del marido sorprenden en el juicio

Silvia Taulés

Oficialmente su estado civil es el de casados. Lo único que tienen acordado es la custodia compartida de los dos menores. En este sentido y a pesar del contencioso que mantienen por temas económicos, la relación como padres es habitual. Él mismo lo contaba en una entrevista exclusiva a Vanitatis hace un tiempo: “ Nuestros hijos tienen una vida emocional tranquila y las decisiones que les afectan las tomamos conjuntamente. Nos vemos para este tipo de cosas”.

Han pasado ocho años y el programa Fiesta ha actualizado esta situación inexplicable que no tiene visos de solución a corto plazo. Aún no hay fecha para la disolución, como nos explica el empresario. “Es un tema del juzgado, van saturados y no tienen prisa. Como tenemos firmada la custodia compartida, se ve que para el divorcio no hay tanta prisa”.

En la lentitud de la resolución han influido varías derivadas y tienen que ver con la primera sentencia en Miami que ya tardó un año y medio y con la que fallaron a favor de Santacana. Pedía la manutención en Miami y la resolución del divorcio en España, donde se habían firmado las capitulaciones matrimoniales. Se aceptó. Arantxa Sanchez Vicario recurrió y le dieron la razón para que ambos casos se dilucidaran en Miami. Este segundo fallo tardó otro año y medio y con pandemia cruzándose en las resoluciones judiciales.

Una vez que toda la documentación se encuentra en la Corte de Miami, a la jueza que le toca el caso se jubila y es necesario asignar otro nuevo magistrado con la consecuencia inmediata de más retraso. La jueza jubilada había ordenado que no se continuara con la instrucción hasta que no hubiera sentenciado el proceso penal relativo a la deuda con el Banco de Luxemburgo.

“Se ha vuelto a activar el divorcio. Tengo ganas de que finalmente esto termine. Es una locura mental y económicamente”. Según parece, hay también un trasfondo en el que por el bien de los menores, Santacana no quiere entrar y tienen que ver con revisar el tema de la manutención. En su día la justicia declaró que Arantxa debía pasar una cantidad más alta por la diferencia de ingresos entre ellos.