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El lenguaje corporal de Tamara Falcó e Íñigo Onieva en su último selfie, a punto de celebrar su primer aniversario de boda
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El lenguaje corporal de Tamara Falcó e Íñigo Onieva en su último selfie, a punto de celebrar su primer aniversario de boda

Los marqueses de Griñón han compartido una tierna fotografía juntos. Una imagen con la que se aprecia el cambio de su actitud de su faceta privada a la pública

Foto: Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en la fiesta de cumpleaños del empresario. (Gtres)
Tamara Falcó e Íñigo Onieva, en la fiesta de cumpleaños del empresario. (Gtres)
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Las últimas horas de la vida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva han estado marcadas por la celebración del 35º cumpleaños del empresario de la restauración. Además de una tierna felicitación en redes sociales y de una fiesta con amigos en el ático donde residen, la pareja compartió una cena romántica en este primer cumpleaños como marido y mujer.

Una velada donde pudimos apreciar el estilismo de Tamara Falcó, con un bolso de 1.300 euros, pero también su complicidad. A punto de celebrar el primer año de su boda, Falcó y Onieva compartieron un selfie en el ascensor de su casa que nos permite analizar su gestualidad. Así, a través de las claves de lenguaje corporal de los expertos, desvelamos qué significan sus gestos clave.

Comenzando por el beso en el lateral de la frente que el hijo de Carolina Molas da a Tamara Falcó, según analistas como Gustavo Moses está vinculado con la protección. Así, este experto en kinésica analiza en su canal de TikTok como este tipo de besos son un sello de protección. Un gesto que significa que esa persona siempre quiere cuidarte. Aunque no solo está relacionado con el amor romántico, sino también entre amigos o familiares.

Además, también se les conoce como los besos del alma. El filósofo y matemático René Descartes creía que en la frente existía una glándula donde estaba guardada el alma. Por lo que al besar a alguien en esta zona, le estabas besando su alma. Un gesto al que Íñigo Onieva también suma un abrazo desde la espalda, un nuevo movimiento que se vincula al amor y a la protección según el lenguaje corporal.

La sonrisa de Duchenne de Tamara Falcó

Respecto a Tamara Falcó, la marquesa de Griñón se muestra muy sonriente. A pesar de hacerlo con la boca cerrada, las comisuras de los labios se elevan, al igual que la zona de los pómulos y de los ojos. Lo que se conoce como sonrisa genuina o de Duchenne. Una sonrisa bautizada en honor al neurólogo francés Guillaume Duchenne, quien la estudió en el siglo XIX como un símbolo de sincera felicidad.

Realiza también el gesto de la paz con los dedos, en forma de V. Una seña que se popularizó en el mundo occidental a partir de los 60 como parte del movimiento pacifista. Aunque se debe de tener cuidado, ya que según la dirección de la palma de la mano, en ciertos países se puede considerar un insulto

placeholder  Tamara Falcó e íñigo Onieva a su llegada a Casa Salesas, en Madrid. (Gtres)
Tamara Falcó e íñigo Onieva a su llegada a Casa Salesas, en Madrid. (Gtres)

Sin embargo, este lenguaje corporal cambió al llegar al restaurante Casa Salesas, donde es socio el marqués consorte de Griñón. Tras su actitud cariñosa en el ascensor de casa, ante la presencia de los medios de comunicación, su actitud corporal se tensó. Así, aunque Tamara Falcó se mostró sonriente ante la prensa, su rostro estaba comedido que en el selfie con su marido. Mientras que Íñigo Onieva, aunque esperó a que su mujer saliera del coche, se alejó de ella para entrar a la cena. Una actitud con la que marcar las distancias para no convertirse en el foco de la noticia.

Una gestualidad que concuerda con las recientes revelaciones que la propia Tamara Falcó hizo en 'El hormiguero'. Tras una pequeña polémica generada por los invitados que no dieron regalo a la pareja por su boda, la diseñadora de moda explicó que Íñigo Onieva prefería mantener su vida privada en un segundo plano. "Íñigo no me deja decir nada al respecto, ya meto la pata lo suficiente", explicó entre risas sobre el veto que su marido le puso entonces.

Las últimas horas de la vida de Tamara Falcó e Íñigo Onieva han estado marcadas por la celebración del 35º cumpleaños del empresario de la restauración. Además de una tierna felicitación en redes sociales y de una fiesta con amigos en el ático donde residen, la pareja compartió una cena romántica en este primer cumpleaños como marido y mujer.

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