No sólo su embarazo: todos los inesperados pasos de Alejandra Rubio, la Campos más impredecible

El nombre de Alejandra Rubio ha ocupado cientos de titulares esta semana. La hija de Terelu Campos sorprendía incluso a su entorno más cercano, con una exclusiva realizada en ‘¡Hola!’ en la que anunciaba que ella y su pareja, Carlo Costanzia, esperaban su primer hijo.

Ya el romance de los dos jóvenes resultó de lo más llamativo. El flechazo surgía entre dos miembros de dos clanes familiares muy mediáticos, ella como parte de la familia Campos y él como hijo de Mar Flores con una situación vital complicada, ya que, a sus 31 años, cumple una condena tras ser acusado de un delito continuado de estafa.

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Alexandra Benito

Fueron muchos los que no dieron ni un duro por esta relación, pero Alejandra Rubio ha vuelto a descolocar a todos decidiendo dar un paso en su vida que se aleja por completo de lo que se esperaba, teniendo en cuenta su juventud, el poco tiempo de relación (cinco meses) que la une a Costanzia y las polémicas que rodean a su pareja.

Así es la nieta más mediática de María Teresa Campos. Impredecible y dueña absoluta de sus decisiones, por encima de lo que todos opinen. Así ha sido siempre.

La sobrina de Carmen Borrego nació el 24 de marzo del año 2000, atrayendo, desde el principio, el interés de los medios de comunicación. Su madre, Terelu Campos, veterana en el mundo del famoseo, trató, durante la infancia y adolescencia de su hija, de nadar entre dos complicadas aguas: la que mantenía a su pequeña alejada de las cámaras y la que la mostraba en público, de vez en cuando, tratando de ser comprensiva con el interés de la prensa. El límite entre una y otra era complicado de medir, pero a lo largo de la vida de Alejandra, lo consiguió.

Fue el 24 de marzo de 2018 cuando Rubio cumplió la mayoría de edad. Celebró el acontecimiento con una gran fiesta rodeada de prensa. Era la presentación en sociedad de una pequeña Alejandra convertida ya en toda una mujer. Entonces, Terelu Campos aún advertía a sus colegas de profesión de que su hija no quería perder, en la medida de lo posible, su anonimato, ni pertenecer al mundo mediático. La propia Alejandra se mostró como un flan ante las cámaras. Los nervios la traicionaron de tal manera que protagonizó una ‘espantá’ en mitad del posado junto a su familia a las puertas de la discoteca donde iba a celebrar la fiesta por su 18º cumpleaños.

Pero, para sorpresa de muchos, Rubio comenzó a encaminar sus pasos hacia un perfil cada vez más público. Primero con su faceta de influencer, donde compartía con sus seguidores de redes sociales, parcelas de su vida privada. Luego, iniciando una colaboración en el canal Mtmad.

A pesar de ello, Terelu Campos y la propia Alejandra insistían en remarcar las pocas ganas de la joven de pisar platós de televisión o de protagonizar portadas y sus intenciones de estudiar Diseño y Moda. De hecho, Alejandra comenzó esta carrera mientras daba un giro importante en su vida mudándose junto a su pareja, Álvaro Lobo, a un piso de Malasaña. Alejandra abandonaba el nido materno en un momento complicado para Terelu Campos, que se encontraba recuperándose de un cáncer, una enfermedad de la que su hija siempre estuvo pendiente. Sin embargo, Rubio no se libró de algunas críticas por esta, de nuevo, impredecible decisión de mudarse de casa. No se dejó influenciar por los comentarios negativos y siguió adelante con sus planes, una actitud que ya se ha convertido en su seña de identidad. Con el paso de los años Alejandra Rubio ha demostrado que sabe lidiar muy bien con las controversias y decidir por sí misma con total libertad.

Cuando su vida sentimental y profesional parecía encaminada, Alejandra Rubio volvió a ser noticia tras confirmar su ruptura con Lobo un año después de convivir con él. La reconciliación llegó a los cinco meses para acabar con su relación definitivamente en 2021.

Un año antes, a principios de 2020, la nieta de María Teresa Campos había decidido dar otro giro de timón impredecible para muchos. Si durante años, su entorno había remarcado la nula intención de la joven de adentrarse en el mundo de la televisión, inició 2020 como fichaje estrella de Telecinco, ejerciendo de colaboradora de ‘La isla de las tentaciones’.

Entonces, afirmó también que había decidido cambiar de carrera y estudiar Derecho. Sin embargo, su paso por los platós de televisión fue en aumento y nunca más los abandonó. Hoy es una habitual de la pequeña pantalla en programas como Fiesta o en debates de realities.

En ellos, ha perdido el pudor mostrado en un principio por hablar sobre su vida privada. Ha protagonizado enfrentamientos familiares, ha opinado sobre todo lo que se le ha preguntado referente a su familia y ha hablado de sus amores y desamores.

Sin pelos en la lengua, segura y valiente con los temas más controvertidos, Alejandra Rubio ha sabido meterse en el bolsillo a muchos telespectadores que valoran su honestidad sin filtros a la hora de mojarse en temas polémicos que puedan salpicarla a ella o a su familia. Impredecible, de nuevo, este buen manejo que, finalmente, la joven ha mostrado ante las cámaras. Tanto como lo han sido también sus cambios de look. Hasta en eso ha sorprendido durante meses a sus fans. Se ha atrevido con todos los cortes, peinados y colores de pelo posibles, arriesgando sin miedo.