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José María River, fundador del primer club de fútbol LGTBI: "El fútbol femenino está haciendo mucho bien al masculino"
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ESPECIAL ORGULLO 2024

José María River, fundador del primer club de fútbol LGTBI: "El fútbol femenino está haciendo mucho bien al masculino"

El Rinos Fútbol Club nació con el objetivo de acoger a todos aquellos que, como José María River, tuvieron que dejar algo que les apasionaba por su orientación sexual

Foto: José María River. (Imagen cedida)
José María River. (Imagen cedida)

Seguro que algunos de los que están leyendo esto, se sienten identificados con la frase con la que podemos resumir el proyecto del protagonista de esta entrevista. Él tuvo que dejar de hacer algo que le gustaba, y mucho, por su condición sexual. Pero lejos de resignarse, José María River se adaptó a la situación y creó un club de fútbiol abiertamente LGTBI, para todos aquellos que, como él, quisieran practicarlo sin sufrir la homofobia, que hoy en día, sigue presente en gran parte de la afición.

¿Cuándo te diste cuenta de que jugar al fútbol y ser gay no eran muy compatibles?

Cuando tenía 16 o 17 años aproximadamente, empecé a experimentar. Cuando tu orientación sexual todavía no sabes hacia dónde va o has vivido alguna experiencia para darte cuenta qué es lo que te gusta. En ese momento yo estaba jugando en las categorías inferiores del Motril, en categoría cadete y después juvenil. Jugaba al fútbol todos los días, así que mis compañeros no eran solo compañeros, eran mis amigos. Por eso, sentía que quería compartir con ellos lo que me estaba pasando.

Pero a raíz de esa confesión a ciertos compañeros, ya cuando iba a entrenar, cuando jugaba, me daba cuenta de que ya no era igual que antes. Por cierto comentario, por cierta mirada que yo notaba cuando estaba cerca y hablaban entre ellos. E incluso llegué a notar que no me pasaban tanto la pelota.

¿También durante los partidos, no solo en el vestuario?

Jugando y entrenando. En esa categoría hay muchos entrenamientos por pareja y cuando tocaba, yo me quedaba más solo que antes. Entonces empecé a notar un distanciamiento que se hizo notable después de exponerles la situación que yo tenía.

placeholder José María River, en una jornada de fútbol. (Cortesía)
José María River, en una jornada de fútbol. (Cortesía)

¿Y eso tú crees que lo hacían de forma consciente?

Pensándolo ahora, años después y recordando esos momentos, yo creo que que lo hace un poco por ignorancia y por lo que escuchaban en su casa. Al fin y al cabo la educación de un niño es la escuela, pero también, los padres, lo que escuchan en la casa mientras que están comiendo o están viendo la tele. Y estamos hablando de hace 15 años y parece que no, pero hace 14 o 15 años atrás la cosa era bastante diferente. Ahora en 2024, creo que lo hacían por ignorancia y falta de experiencia.

¿Entonces tuviste que dejar el fútbol, a pesar de que te apasionaba?

Cuando comenté a mis compañeros lo que estaba pasando y empecé a vivir esas situaciones diarias en el campo, yo no me sentía cómodo. Comencé a tener ansiedad y, de hecho, recuerdo que en esos años estuve en el psicólogo, estuve haciendo terapia, porque además de ese problema, un chaval adolescente de 16 años tiene otros muchos problemas. Se me juntó un poco todo, pero es verdad que ese fue el detonante y decidí abandonar a pesar de que era una de mis pasiones.

Yo jugaba al fútbol todos los días, de lunes a viernes y los fines de semana tenía partido. Y por la situación que tenía, por esa ansiedad, mi mundo cambió bastante. Aunque no me alejé del fútbol porque siempre he sido seguidor. También hice la prueba para árbitro y estuve como tres, cuatro meses de línea y de árbitro. Pero también lo dejé, porque me fui de Guatemala a ‘Guatepeor’.

placeholder José María River. (Imagen cedida)
José María River. (Imagen cedida)

¿Había insultos?

Totalmente, “árbitro maricón” o “hijo de puta” o lo que fuera. Pero no lo hacían porque supiesen que yo era del colectivo, sino porque está absolutamente generalizado. Es el insulto fácil.

Lo dejaste en un segundo plano, pero lo echabas de menos.

Sí, empecé de nuevo a jugar con la peña de unos amigos, a los 26 o a los 27 años. Tenía la espinita clavada de no haberme desarrollado como futbolista, porque es cierto que en su momento no jugaba mal. Me hubiese apetecido seguir jugando y ver cuándo tocaba techo.

Y pensando qué podía hacer, se me ocurrió crear un equipo para la gente del colectivo, ya sea un chico trans, un chico bisexual o una chica lesbiana... Un sitio donde se sientan seguros y sepan que nadie los va a insultar, un sitio donde van a estar con gente del colectivo y gente que no es del colectivo, pero que respeta al colectivo y que puedan desarrollarse como futbolistas. Al final la idea era crear un club que sea abiertamente LGTBI y que de alguna forma podamos ver dónde podemos encajar, dónde podemos competir y que podemos hacer para ello.

No hay referentes para los jóvenes. De primera y segunda división, en España no hay ningún caso en el que un futbolista haya confesado que pertenece al colectivo.

Entiendo entonces que tú eras consciente de que había más gente en tu misma situación.

Claro, claro. Yo, cuando tenía esa edad, no tenía ningún referente, no he podido acogerme a un futbolista que haya confesado abiertamente que es homosexual o bisexual. De primera y segunda división, en España no hay ningún caso en el que un futbolista haya confesado que pertenece al colectivo. Sí hubo un chico, Alberto Lejárraga, del Marbella, que actuó de una forma muy natural. Fue en el ascenso del equipo: cuando ganó, se fundió en un beso con su pareja que captó la cámara. Fue una forma muy bonita de decir “estoy aquí”. Me encantó que lo hiciese de esa forma.

Y lo que te comento, que no había ningún referente. En otras ligas sí, pero son ligas menores porque ya te tienes que ir a Australia o a la segunda división inglesa. Es una muestra de lo difícil que puede ser para una persona, vamos a llamarlo así, salir del armario en el fútbol español, que es todavía bastante machista y homófobo.

Y ahí es donde creas Rinos Fútbol Club.

Sí, empecé a publicitarlo en mis redes sociales. Enseguida se unen cuatro chicos más y ahí empieza a funcionar el boca a boca, hasta que al final formamos un grupo de unas 20 o 23 personas y siguen llegando mensajes continuamente para la próxima temporada de gente que quiere competir y que se quiere apuntar al equipo.

placeholder La plantilla del Rinos Fútbol Club. (Imagen cedida)
La plantilla del Rinos Fútbol Club. (Imagen cedida)

Hay gente que puede pensar que el hecho de hacer un club LGTBI es también poco inclusivo.

Esa ha sido una de las cosas en las que más hincapié he hecho. El Rinos es un equipo abiertamente LGTBI, pero también cuenta con chicos heterosexuales y chicas heterosexuales en el equipo femenino. Estamos abiertos a todo. No podemos pedir respeto y tolerancia si no los aplicamos nosotros. Queremos dar esa visibilidad del colectivo, pero sin discriminar a nadie. Los heterosexuales son bienvenidos y también hacen falta en el equipo para que esto salga adelante.

No podemos pedir respeto y tolerancia si no los aplicamos nosotros. Queremos dar esa visibilidad del colectivo, pero sin discriminar a nadie.

Entiendo que la situación en el vestuario es más cómoda, el ambiente será mejor… Pero no podéis cambiar al público… ¿Estáis preparados para las situaciones de insultos o agresiones verbales que puedan surgir?

Sí, eso es algo con lo que contamos y sabemos que, desgraciadamente, va a ocurrir. Vamos a jugar en una categoría en la que vamos a tener que ir a pueblecitos de 5.000, 10.000 o 15.000 habitantes, quizá no tan abiertos como las grandes ciudades.

Y sabemos que vamos a recibir insultos, pero es algo que ya tenemos hablado. Si en algún momento esto sucede, que sucederá, pararemos el partido, nos plantaremos y no jugaremos. ¿Para que? Para concienciar a la gente y para que empiecen a penarse también los insultos homófobos. Porque, por ejemplo, por racismo se expulsa a espectadores, se multa para que no vuelva a entrar a un campo de fútbol. Pero esa vara de medir no es igual para todos.

placeholder José María River, en una imagen cedida.
José María River, en una imagen cedida.

¿Has dejado de hacer alguna cosa más en tu vida por tu condición sexual, por el ambiente que había o la incomodidad, como te pasó con el fútbol?

Es cierto que cuando he empezado un trabajo nuevo, o no sé, o me he apuntado a algún curso en el que tengo que compartir con personas que no conozco, durante un tiempo sí sentía como un complejo de inferioridad. Por el simple hecho de que me gustaban los chicos, no me sentía igual que los demás. O sea, me daba como vergüenza hablar, expresarme o que me preguntasen. Es algo que uno va arrastrando.

Se tiene que hacer mucho, mucho trabajo interior, mucho trabajo terapéutico para superarlo. Acabas curándolo, pero se te queda una cicatriz ahí que en alguna ocasión puede volver a brotar. Al final lidias con ello día a día. La verdad que ahora, actualmente, está mucho mejor, aunque aún hay mucho que cambiar, por supuesto, Si no, no habría que hacer un equipo abiertamente LGTB. Con esta iniciativa y con muchas más que se crean en nuestro país, las cosas van cambiando. A paso lento, sí, pero van cambiando.

Por todo lo que uno va viviendo, por todo lo que uno sabe y por todo lo que uno ve, vive uno con esa alerta, con esa especie de miedo.

Doy por hecho entonces que has tenido que recibir terapia con profesionales.

Sí, claro que sí. He tenido que ir al psicólogo y no me avergüenzo. Y además en varias ocasiones, cuando con 16 años me di cuenta de mi orientación sexual y luego al cabo de los años también. Creo que no es nada malo. Creo que todos lo necesitamos. Sobre todo, al menos en mi caso, cuando eres una persona del colectivo, que te genera una inseguridad tremenda. Yo la sensación que he tenido es de inferioridad y es difícil llegar a un punto en el que haya normalidad. Por todo lo que uno va viviendo, por todo lo que uno sabe y por todo lo que uno ve, vive uno con esa alerta, con esa especie de miedo.

¿Tú has vivido alguna condición de desigualdad por tu condición sexual?

No. Es cierto que a veces he sido yo mismo el que ha generado la situación en mi cabeza. Por todo lo que uno ve, por todo, por todo lo que uno ha visto en televisión o las cosas que han pasado a lo largo de la historia, de cómo este colectivo se ha marginado, se ha repudiado. Es algo que todos tenemos ahí.

El miedo de ir de la mano con tu pareja y que venga alguien y te agreda por tu condición, porque se siguen dando casos actualmente, no es algo que haya desaparecido, te hace reprimirse un poco. Aunque nuestro país sea más avanzado que otros en derechos LGTBI, uno a veces, depende de dónde esté y a la hora en la que salga a la calle, se reprime con ciertas cosas. Es algo que todavía no ha desaparecido. Y mientras que siga ahí, hay que luchar contra ello.

placeholder La plantilla del Rinos Fútbol Club. (Imagen cedida)
La plantilla del Rinos Fútbol Club. (Imagen cedida)

¿Después de las elecciones europeas, tú que además eres militante, cómo ves el panorama político?

La verdad es que genera un poco de incertidumbre porque la izquierda está muy fragmentada y la derecha está más unida en ese sentido y además está subiendo bastante. Incluso aquí en España con Alvise Pérez, que ha conseguido tres eurodiputados prácticamente empatando con Sumar. Yo creo que ese es el voto del descontento, del cabreado, del ignorante. Pero es votar a la locura, al sinsentido.

Yo sabía que iban a subir porque, por todo lo que está aconteciendo a nivel mundial, la gente se vuelve más conservadora. Pero yo creo que eso es por miedo, porque la derecha y la ultraderecha te dicen que te protegen de estas situaciones. De la inmigración, que es malísima, que te van a proteger de la delincuencia… Y la gente se refugia así.

¿Tú celebras la semana del Orgullo, el Día del Orgullo?

Yo no soy de grandes eventos cuando es el mes del Orgullo. Lo vivo como cualquier otro mes, sinceramente. Es cierto que suelo frecuentar el ambiente porque me gusta, porque me siento cómodo, me divierto, me lo paso muy bien y en el mes del orgullo pues prácticamente llevo mi vida igual. Sí intento acudir todos los años a la manifestación en Granada y este año, con la creación del equipo de fútbol, estoy haciendo más cosas. Pero ya te digo que me lo tomo como un mes normal. Al fin y al cabo, a mí me gusta y siempre me ha gustado actuar de una forma natural y vivir de una forma natural.

Mientras que se nos siga agrediendo, se nos siga diciendo "maricón", es vital que haya un día que recuerde que somos personas igual que todos

¿Pero lo consideras necesario?

Claro que lo considero necesario. Más que nada porque mientras que a los chicos por ir de la mano por la calle o porque se den un beso, se nos siga agrediendo, se nos siga diciendo "maricón", es vital que haya un día que recuerde que somos personas igual que todos.

Volviendo al mundo del fútbol. Igual es demasiado ignorante darlo por hecho, pero yo entiendo que en altas categorías también hay futbolistas homosexuales. ¿Entiendes que no quieran actuar con naturalidad y vivir su sexualidad libremente?

Mira, yo creo que simplemente por estadística, en el fútbol por supuesto que hay. En todos los deportes, pero más específicamente en el fútbol, cuesta muchísimo más. Y es por eso por lo que estamos hablando, por ese ambiente tan machista y homófobo que siempre ha rodeado al fútbol popular. Yo puedo llegar a entender que, por ejemplo, un futbolista que despunta y se convierte en una estrella mundial, pero que es es homosexual. ¿Lo diría? Pues yo creo que no. Pero por la situación que rodea al fútbol se entiende. Yo creo que ese chico se sentiría tan presionado que no lo haría.

Para que ese futbolista pueda dar ese paso, tienen que cambiar primero todas las instituciones que rodean al fútbol, La Liga, todo. Todo tiene. Y sobre todo empezando por esas categorías inferiores, educando a los chavales en libertad y que sepan que hay otras opciones y que no pasa absolutamente nada. Y que puedan desarrollarse como futbolistas y actuar de una forma natural en su vida personal y que eso no tenga por qué influir en la vida profesional.

Varios jugadores de 1ª división iban a salir todos juntos del armario en una revista. A última hora, todo se cayó por presiones de los presidentes

Aún queda mucho por hacer. Yo no he sufrido agresiones, pero sí tengo un amigo que acabó en el hospital por ir con su novio de la mano, porque lo pillaron un grupo de cinco tíos a los que se les antojó pegarles una paliza a los dos. Llega un punto en el que te asustas, no puedes vivir en libertad. ¿Eso de que vivimos en libertad? Un mojón. No vivimos en libertad, porque libertad es que se pueda caminar por la calle con total tranquilidad y seguridad. Y ahora parece que está volviendo todo un poco atrás, porque la extrema derecha está subiendo y eso repercute en el colectivo. Esta gente vende que ser homosexual o ser del colectivo es una enfermedad. Y hay gente que hoy en día lo sigue pensando.

Por eso entiendo que haya futbolistas homosexuales que no quieran confesarlo abiertamente. De hecho, el director de una revista ya desaparecida me contó que llegaron a un acuerdo con el Real Madrid, el Barcelona, el Athletic de Bilbao y el Real Sociedad. Hicieron entrevistas a futbolistas de esa época, que sería 2000 o 2002 más. Iban a salir todos juntos del armario. O sea, gays en la Real, en el Athletic, en el Madrid, en el Barcelona y eso estaba ya todo programado. Y a última hora todo se cayó por presiones de los presidentes de los equipos. Esas entrevistas se guardaron en un cajón y ahí están.

placeholder José María River, en una imagen cedida.
José María River, en una imagen cedida.

Qué bueno sería que diera igual.

Pero es que no va a dar igual. La afición del fútbol masculino tiene un gran porcentaje machista y homófobo. Que estamos hablando también de ultras de extrema derecha. Sin embargo, te vas a ver un partido de fútbol femenino y el público no tiene nada que ver, claro. Y fíjate que en el fútbol femenino yo diría que un 70%, un 80% de las chicas son lesbianas. O bisexuales y no hay ningún problema. Y no se insulta porque la gente lo ve como algo normal.

Pero es verdad que si ya eres aficionado al fútbol femenino, tu mentalidad ya es un poco más abierta.

Claro. Y también te digo que el fútbol femenino le está haciendo mucho bien al masculino. Pero muchísimo bien. En ese sentido, para que la gente abra la mente y vea que es algo normal. Y en el fútbol masculino llegará un momento en el que pueda ser normal también. Ya te digo, cuando dé el paso el primero, lo da más de uno. Las entrevistas que te he comentado, si llegan a salir, hubieran cambiado todo. No estaríamos hablando tú y yo.

Seguro que algunos de los que están leyendo esto, se sienten identificados con la frase con la que podemos resumir el proyecto del protagonista de esta entrevista. Él tuvo que dejar de hacer algo que le gustaba, y mucho, por su condición sexual. Pero lejos de resignarse, José María River se adaptó a la situación y creó un club de fútbiol abiertamente LGTBI, para todos aquellos que, como él, quisieran practicarlo sin sufrir la homofobia, que hoy en día, sigue presente en gran parte de la afición.

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