El viaje pre-bebé del futbolista Sergio Rico y su mujer, Alba Silva

En marzo de este año, Sergio Rico y Alba Silva anunciaban que iban a ser padres por primera vez. La noticia llegaba tras una época mala para la pareja, ya que casi un año antes, el portero del PSG sufría un traumatismo craneoencefálico debido a la coz de un caballo en las fiestas del Rocío en Huelva.

Afortunadamente, todo eso quedó atrás y los novios vuelven a poner luz en su vida después de dar a conocer que tendrán una hija. “Como el rayito de luz después de la tormenta… Así llegas a nuestras vidas, bebé. Aún no te conocemos y ya te amamos”, confesaba Alba en una publicación de Instagram en la que mostraba su prueba de embarazo junto al futbolista.

Tras todo lo sucedido, el matrimonio ha querido repetir y ha vuelto a pisar las Baleares, exprimiendo todo lo posible el verano. Y es que hace casi dos semanas, Rico y Silva ya estuvieron en las Pitiusas, concretamente en Menorca, disfrutando durante unos días de su estancia en la isla. La escapada la hicieron aprovechando que coincidía en fechas cercanas con el segundo aniversario de su boda. Sin embargo, en esta ocasión no han ido solos.

Dos amigos cercanos a la pareja, se han desplazado esta vez hasta Ibiza para divertirse y pasar unos días junto a ellos. De bikini verde y en avanzado estado de gestación, Alba ha lucido su vientre como nunca y es que dará a luz a su hija Carla en octubre de este año. “La vida en la playa, la vida mejor”, ha escrito la influencer de 30 años en una story publicada en su perfil de Instagram.

Tal y como hemos podido saber a través de la revista ‘¡Hola!’, la sevillana se dio un baño en el mar y estuvo acariciando su vientre un rato antes de acercarse a su marido, que la esperaba bajo una sombrilla en medio de la playa. Hace diez horas, Silva volvía a postear en esta misma red social que cambiaban de isla para visitar a la familia y celebrar el 32 cumpleaños de su hermana Macarena; también influencer y que cuenta con casi 200.000 seguidores en su perfil.

La tragedia que asoló la vida del matrimonio y que casi acaba con la vida de Sergio (que permaneció 26 días en coma), queda cada vez más lejos.