Si terminas tu cena con esta fruta aumentarás tu melatonina y te ayudará a dormir por la noche

Para muchas personas encontrar formas efectivas de mejorar la calidad del sueño es una prioridad. Aunque se sabe que evitar el café antes de acostarse es crucial, hay otros alimentos que también pueden ser grandes aliados en la búsqueda de un descanso reparador. Uno de ellos es la piña, una fruta tropical que podría sorprenderte por sus beneficios relacionados con el sueño.

El cuerpo humano posee un sofisticado sistema de relojes internos que regulan la liberación de hormonas a lo largo del día. Entre estas hormonas, la melatonina juega un papel fundamental en la inducción del sueño. Mantener una rutina diaria en la que nos acostamos y despertamos a la misma hora, especialmente sincronizados con los ciclos de luz y oscuridad, optimiza la producción de melatonina. Sin embargo, hay una forma adicional y deliciosa de potenciar los niveles de este componente: a través de la dieta.

La piña es un alimento que se ha comprobado eleva significativamente los niveles de melatonina. Consumir unas rodajas de piña natural como postre después de la cena puede ser una estrategia efectiva para quienes tienen dificultades para conciliar el sueño. Además de aumentar las concentraciones séricas de melatonina, la piña es rica en antioxidantes, ofreciendo múltiples beneficios para la salud.

Pero la piña no está sola en esta lista de alimentos beneficiosos para el sueño. La leche, por ejemplo, es otro clásico que muchos recordarán de su infancia, cuando un vaso antes de dormir era parte de la rutina nocturna. Tomar de postre un vaso de leche con un par de rodajas de piña puede proporcionar una combinación balanceada de proteínas, carbohidratos, vitaminas y grasas saludables.

Los frutos secos, como las nueces, también son conocidos por sus propiedades para aumentar la melatonina. Y si hablamos de grasas de calidad, no podemos dejar de mencionar el pescado azul, otra excelente opción para incluir en la cena. Integrar estos alimentos en tu dieta nocturna puede marcar una gran diferencia en la calidad de tu sueño.

Para maximizar los beneficios de estos alimentos, es importante complementar con otros hábitos saludables. Realizar ejercicio físico durante el día, reducir el estrés y evitar el uso de pantallas justo antes de dormir son prácticas que contribuyen significativamente a un mejor descanso.