Nueve hábitos para evitar la inflamación según Sandra Moñino, la nutricionista que arrasa

¿Cómo acaba una niña a la que no le gusta comer y sueña con ser profesora convirtiéndose en la nutricionista más seguida de nuestro país? El viaje personal de Sandra Moñino es el propio viaje que está haciendo la sociedad actual, cada vez más consciente de que el estilo de vida y la nutrición son claves para tener una buena vida. Esta dietista alicantina de 28 años se ha convertido en las últimas semanas en un fenómeno editorial con 'Adiós a la inflamación' (HarperCollins Ibérica), el libro en el que traslada al papel los consejos que daba ya en las redes a través de su perfil @nutricionat_. "Acabamos de poner en marcha la séptima edición. Lleva desde antes de salir a la venta como número 1, ya en la preventa se posicionó y no ha bajado más que algún día puntual", explican desde la editorial. "Firmas con largas colas, gente llorando por lo que les ayuda… Hicimos un Sant Jordi espectacular y ahora vamos a por la Feria del Libro de Madrid, donde estará el 8 y el 9 de junio".

Moñino es la nueva estrella del rock de la nutrición porque ha dado en el clavo al hablar de la inflamación crónica, uno de los temas candentes del momento. "¿Sientes tu vientre hinchado? ¿Pesadez en tu cuerpo? ¿Te notas de mal humor, estresado o más cansado de lo normal? ¿Sabías que detrás de ello podría esconderse un problema de inflamación?", interpela la autora al lector desde la contraportada. Estos síntomas los sufre en mayor o menor medida un alto porcentaje de la población. Una mala nutrición, el exceso de automedicación, la falta de descanso, el estrés o el sedentarismo han convertido la que era una respuesta del cuerpo puntual y beneficiosa en una amenaza para la salud.

Pero no está todo perdido. Uno de los apartados del libro está dedicado a los hábitos que propone Moñino si queremos llevar una vida antiinflamatoria. Algunos son obvios, como practicar deporte, y otros son trucos para incorporar al día a día. Comenzamos.

1. No cocinar los alimentos en exceso. La dietista advierte de que muchos nutrientes como las vitaminas y minerales tienden a descomponerse o a perderse con el calor. Le pasa por ejemplo al aceite de oliva virgen extra, a las verduras o a las hortalizas, pero también al omega 3, "por eso es muy buena idea tomar anchoas o boquerones en vinagre con nuestras ensaladas".

2. Evitar los picos de glucosa. "Cuando tomamos un alimento rico en carbohidratos, ya sea un trozo de pan, una pieza de fruta o la bollería industrial, experimentamos una subida de glucosa en sangre, determinada por la cantidad y la calidad de carbohidratos que estamos consumiendo. A más azúcar libre, mayor es la subida", advierte. "Como ya sabemos, los picos de glucosa elevados no son beneficiosos, y tampoco esas bajadas en picado que se producen como consecuencia. Es de lo que más inflamación y acumulación de grasa produce en el cuerpo". La nutricionista ofrece estrategias para evitar esto en su libro.

3. No beber mucha agua con las comidas. Moñino explica que beber mucha agua durante la comida "podría diluir el ácido clorhídrico del estómago y hacer que actúe peor en la digestión de los alimentos".

4. Comer con calma. "Masticar lentamente y saborear los alimentos nos ayuda a descomponerlos en partículas más pequeñas y más fáciles de digerir, y así seremos capaces de facilitarle la absorción de nutrientes al aparato digestivo. Con ello evitaremos la inflamación", asegura, y da claves sobre cómo comer "de forma consciente".

5. Mantener los niveles de vitamina D. Otro de los temas candentes del momento, cuando el 70% de la población sufre déficit de Vitamina D. Tiene multitud de funciones que la nutricionista describe en el libro, donde también recomienda como primera opción intentar obtenerla a partir del sol. "Achicharrarse al sol no es bueno, y puede ocasionar melanomas, manchas o arrugas, pero no exponerse a él aumenta mucho más la predisposición a sufrir cualquier tipo de afección en la piel o cáncer [...] Nos olvidamos de que es necesario para vivir, necesitamos exponernos al sol al menos veinte minutos diarios", aconseja.

6. Mantener un buen descanso. Algo vital para mantenernos desinflamados.

7. Realizar deporte de fuerza y cardio. "Hacer ejercicio consigue que liberemos endorfinas, que son sustancias químicas que actúan como un antiinflamatorio natural y generan sensaciones positivas". Moñino da claves de cómo combinar una rutina de cardio con otra de fuerza, dado que ambas contribuyen "a mejorar la sensibilidad a la insulina, a controlar el azúcar en sangre y a reducir grasa corporal".

8. Realizar descansos metabólicos que el hígado necesita. Sandra Moñino recomienda distintas estrategias para poder darle un respiro al hígado, el órgano "más saturado del cuerpo". Desde reducir la exposición a tóxicos como el alcohol al famoso ayuno intermitente, al que dedica un capítulo específico.

9. El ayuno intermitente. La nutricionista recomienda empezar con ayunos de 12 horas, especialmente por la noche, e ir ampliando hasta las 16 si el organismo no manda señales de que le parezca mal. "En general, podemos decir que el ayuno intermitente es un hábito sano, siempre y cuando sigamos una alimentación saludable y rica en nutrientes de base. Es un paso más, es decir, primero debemos asegurarnos de que estamos alimentándonos correctamente y después ya podremos empezar a aplicar otras acciones que ayuden, como los ayunos o las limpiezas hepáticas".