3 cenas ligeras, rápidas y perfectas para perder grasa que contarían con el visto bueno de un nutricionista

Cuando llega la hora de cenar muchas veces las personas se sienten cansadas de estar todo el día trabajando y hay pocas ganas de cuidarse. Antes de pedir algo de comida a domicilio, se puede explorar qué recetas se pueden hacer de forma rápida y mucho más barata que un pedido a un restaurante. Aquí tres ideas para una cena ligera, sencilla y perfecta para perder grasa.

Tallarines de calabacín con pollo y champiñones

El primer paso para esta receta es cortar en dados la pieza de pollo que se prefiera. Para acelerar el proceso se puede hacer mientras se calienta una sartén con un poquito de aceite de oliva virgen extra. Cuando la sartén esté bien caliente, se echan los dados de pollo con un poco de sal y pimienta negra al gusto. Cuando estén ya bien cocinados y dorados por fuera, se echa un poco de pimentón dulce, cebolla en polvo o las especias que prefiera cada uno. Hay que distribuir las especias por todo el pollo, pero no hay que tardar mucho en sacarlo, porque el pimentón dulce se quema y amarga el plato.

Mientras los dados de pollo se van haciendo, se cortan los tallarines de calabacín. Coge un calabacín entero y corta los dos extremos. Luego, con un pelador de patatas, se va pasando por el calabacín cortando tiras muy finas y largas. Una vez está el calabacín cortado y el pollo retirado de la sartén, se saltean los tallarines en la sartén caliente con otro chorrito de aceite. Es el momento de incorporar también los champiñones, ya que son dos alimentos que no tardan mucho en cocinarse. Remueve la sartén hasta que el agua que echan ambos ingredientes se haya evaporado y junta en un plato el pollo con los tallarines y los champiñones. Puedes acompañar esta receta con un poco de aceite, sal y queso rallado para hacerla más sabrosa.

Chips de berenjena a la plancha con salmón y quinoa

¿Has probado alguna vez las berenjenas fritas con miel típicas de Córdoba? Hay una versión más sana y sin gastar tanto aceite perfecta para una cena rápida. Corta en láminas lo más finas posible media berenjena. Pásalas por una sartén como si fuera una plancha con un poco de aceite de oliva virgen extra. Cuando hayan cogido un tono más dorado y estén blandas, retíralas del fuego.

Sin apagar la vitrocerámica, echa un lomo de salmón. Puedes desmenuzarlo para que se haga más rápido. A continuación, añade un vasito de quinoa preparada y mézclalo todo. La grasa que suelta el salmón se impregnará en la quinoa y quedará una receta para chuparse los dedos. A la hora de emplatar, mitad y mitad: a un lado las berenjenas, a las que puedes echar un chorrito de miel y una pizca de sal, y al otro la mezcla del salmón con la quinoa. Queda un plato completo, equilibrado y saciante.

Tosta con revuelto de setas y queso fresco de cabra

Esta es la receta más fácil y rápida de todas. Lo primero es poner algo de pan en una tostadora. Después lo único que hay que hacer es saltear las setas con un poco de sal en una sartén y cuando estén listas bajar el fuego a la mitad y echar un huevo o dos, según el hambre que se tenga. Mientras el huevo va cocinándose, se echan trocitos de queso fresco de cabra y se remueve todo hasta que el punto del huevo esté al gusto y el queso un poco derretido. Poner la mezcla sobre el pan en un plato, y ¡a disfrutar!