Tipos de infertilidad (primaria o secundaria) y cómo distinguirlas

La búsqueda de un embarazo no siempre es un camino de rosas. Hay parejas que lo intentan una y otra vez sin éxito, pero los tabúes y el desconocimiento les llevan a no pedir ayuda, no quieren encontrarse con la palabra infertilidad.

El primer paso para perderle el miedo es entenderla y la única manera es acudir a un especialista y hablar con libertad. Este paso es esencial para poder encontrar una solución, o al menos así lo ve la Dra. María José Martínez-Cañavete, responsable de Ginemed Madrid Centro.

"Es esencial que los problemas de fertilidad se conviertan en un tema de conversación libre de vergüenza, ya que es un trastorno con altas tasas de prevalencia en la sociedad y que, hoy en día, gracias a los avances médicos, en muchos casos tiene solución", afirma la doctora.

Por ello lo primero que debemos hacer es reconocer los tipos de infertilidad que existen. Saber si nos enfrentamos a una infertilidad primaria, secundaria o subfertilidad puede ayudar, y mucho, a dar con el tratamiento adecuado.

Infertilidad primaria

La infertilidad primaria hace referencia a la incapacidad de lograr un embarazo tras 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección. Este problema afecta tanto a hombres como a mujeres. Es crucial buscar ayuda médica tras un tiempo prudencial intentando concebir. Los especialistas pueden determinar las causas y así conseguir la mejor solución.

Infertilidad secundaria

La infertilidad secundaria es menos conocida y se refiere a la incapacidad de concebir después de haber tenido un embarazo previo. Este tipo de infertilidad es más frecuente de lo que se podría imaginar. La Dra. Martínez-Cañavate explica: "La causa principal de la infertilidad secundaria en nuestra sociedad es el retraso en la maternidad, por lo que se puede decir que afecta principalmente a las mujeres de más de 35 años".

Este trastorno puede tener orígenes multicausales, incluyendo factores ambientales, iatrogénicos o fisiológicos. Aunque en muchos casos no es reversible, los avances médicos permiten diagnósticos precisos y tratamientos eficaces para ayudar a conseguir un embarazo evolutivo.

Subfertilidad

La subfertilidad describe la disminución de la fertilidad o la incapacidad de conseguir una gestación espontánea en un tiempo similar al de la media poblacional. Este problema también afecta más a mujeres, principalmente debido al retraso en la maternidad. "La calidad de los óvulos está íntimamente relacionada con la edad cronológica de los mismos, más que con la cantidad", señala la Dra. Martínez-Cañavate.

Según datos del INE, los partos de mujeres de 40 años o más han aumentado un 19,3% en los últimos diez años, reflejando la tendencia al alza del retraso en la maternidad y el incremento de problemas de infertilidad y subfertilidad. Es crucial informar a las personas en edad fértil sobre el impacto de la edad en la salud reproductiva y los factores que influyen en la disminución de la fertilidad.

La Dra. Martínez-Cañavate enfatiza la importancia de ofrecer un consejo reproductivo personalizado y la posibilidad de preservar la fertilidad femenina mediante la congelación de óvulos. "Para congelar los óvulos, es preciso evaluar la reserva ovárica mediante una ecografía y la determinación de la hormona antimülleriana", añade.

La mejor manera de vencer nuestros tabúes es acudir a un especialista médico, solo él podrá darnos una información veraz conociendo nuestro estado de salud actual. El camino para llegar a tener un hijo no siempre es fácil, pero con las herramientas y el conocimiento adecuados podemos allanar el camino.